El teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, Virgilio
Sañudo Alonso de Celis, que dijo que siempre era un honor
visitar una ciudad como Melilla con la gran carga histórica
que la precede, aseguró que en esta ocasión el motivo de
alegría era doble porque lo hacía para entregar el mando de
la Comandancia General de la ciudad a su amigo y compañero
de armas, el general de División César Muro. "Recibe la
comandancia a un extraordinario general, hombre brillante,
muy trabajador y con grandes conceptos de la milicia". El
propio general de División César Muro reconocía que había
sido toda una sorpresa su nombramiento, máxime porque el
cambio al frente de la comandancia general se producía por
unas circunstancias sobrevenidas dado que su antecesor ha
sido designado por la ONU para una misión en el Congo. "No
estaba previsto, ni en mis aspiraciones, ser comandante
general de Melilla, y cuando me lo comunicaron fue una
sorpresa tremendamente agradable". Manifestaba César Muro
que se enfrenta, en este nuevo destino, a los retos de
"cumplir las órdenes y continuar el camino que me marcan,
actuando como el capitán de un barco.
|