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OPINIÓN - DOMINGO, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Las cuentas electorales


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Afortunadamente, a lo largo del año que vamos a terminar ya y durante el próximo, si las cosas van como tienen que ir, no tendremos ni elecciones municipales, ni tampoco generales. ¡Menos mal!, porque en esas épocas se “encabrita” la situación mucho más de lo que fuera de desear.

Con todo, y a pesar de que las elecciones se ven a lo lejos, muy a lo lejos, los que no han logrado lo que esperaban, tras preguntar “¿Qué hay de lo mío?”, comienzan a hacer cábalas, con sumas y multiplicaciones, lo de restar y dividir parece que lo ignoran, para ver si ese, al que ellos van a votar, logra el puesto idóneo para que “ a dedo” les coloque donde no les ha colocado aquel otro en el que confiaron.

Y las cuentas, tras haber estado en una de esas reuniones, secretas, pero de “secreto a voces”, a mí no me cuadran con el optimismo que les cuadraban a ciertos aspirantes a un puesto por obra y gracia del “mecenas de turno”.

Y digo que no me cuadran, porque viendo con frialdad la situación de Ceuta, en cuestión de elecciones, especialmente municipales, uno puede darse cuenta de que hay una gran bolsa de votos, que desde las primeras elecciones municipales de la actual democracia, han fluctuado caprichosamente, y salvo con Juan Vivas, con ningún otro aspirante al sillón del Ayuntamiento, se han repetido en la misma dirección.

Los ejemplos ahí están: en las primeras elecciones municipales, esa bolsa de votos se decantó por la candidatura de los hermanos Calvo Pecino, que no volvieron a repetir. En otro momento, y con la habilidad de una “estampa” esos votos se fueron a la candidatura de Paco Fráiz, ya alejado del PSOE. La llegada del GIL acaparó esos votos “ambulantes” y a punto estuvieron de darle la mayoría absoluta.

Por tanto, tuvo que llegar Juan Vivas, que accedió al sillón presidencial por la desbandada y más cosas que hubo en el GIL, y luego ya, en las dos últimas elecciones, esos votos han permanecido en el PP.

Pero que nadie se confunda. Esos votos se fueron y permanecen con Juan Vivas, y si un día el actual presidente de la Ciudad no encabezara la candidatura de su partido, el PP volvería a sus números reales, desde hace muchos años, para lograr 8 o a lo sumo 10 escaños.

Y es que hoy, con una candidatura del PP, sin Juan Vivas, los 19 escaños o los 17 serían un sueño irrealizable conseguirlos.

No olvidemos que el PSOE que estuvo en sus momentos más bajos, de aquí a dos años y medio con esta gente joven de la que ha tirado, con acierto, puede volver a lograr su número real, de 6, 7 o incluso 8 diputados, con lo que el resto tendrían que repartírselos entre Mohamed Alí, a pesar de que se estén fraguando alternativas para quitarle votos, y que no logre ni siquiera 6, y alguna otra candidatura espontánea que quiera dejarse ver en esos momentos.

Con todo esto, los que ahora están colocados, por obra de un defensor a ultranza de los suyos, lo tienen seguro, durante 2 años y medio más. Luego habrá que ver si hay que recolocar o si hay que dejar paso a otros del “asa de la caldera” de ese momento.

Es lo que trae el manejo de los políticos en los puestos de trabajo, con lo que ponen al borde del infarto a sus protegidos cuando el político en cuestión va perdiendo terreno.
 

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