PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Tromba de agua sobre Melilla
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

La puerta abierta cara a la terraza acercó, a pie de cama, el estruendo del trueno mientras una catarata de agua cerraba, cual cortina acuosa, el acceso al exterior. Descansaba plácidamente sobre el camastro en un viejo caserón, sito en un tradicional barrio de Melilla, después de haber disfrutado de la velada nocturna y heme aquí, de madrugada, pegando un bote en la sábana para acudir presto, en gayumbos y fregona en mano, a cortar las “vías de agua” que amenazaban mi reposo y la salud del edificio. Aun no tengo datos de la tromba de agua caída, pues remito estas líneas a las 8 de la mañana, pero a buen seguro que pese a las obras de infraestructuras acometidas y el saneamiento del río de Oro, los bomberos y policía local de la ciudad hermana de Ceuta han debido tener un amanecer ajetreado. En el vecino país, la cercana y populosa Nador con notorias carencias de alcantarillado y buena parte de la ciudad sin asfaltar, se habrá convertido en un lodazal. Es curioso. Hace unos dieciocho años, en mi primera visita a Melilla, acabé saliendo de la amurallada Ciudad Vieja con el agua por la cintura, con Mercedes a borriquillo y agarrada temblorosa a mis hombros. Hay recuerdos imborrables, ustedes ya me entienden, con los que no puede el implacable devenir del tiempo.

Fue un placer asistir el viernes por la noche, en inmejorable compañía, a una excelente iniciativa de la Comisión de Festejos de la Ciudad Autónoma de Melilla que tuvo el buen gusto de organizar en el Palacio de Congresos, en el marco de las celebraciones de Ramadán, un recital de cantos religiosos sufíes a cargo del prestigioso grupo marroquí “Annour Al-Muhamadi”, quien realzó la noche con su música y sus voces (más en árabe formal que en “dariya”), siendo largamente aplaudido. Un ejemplo más de convivencia, en este caso transfronteriza, de una Melilla abierta y sin prejuicios en la que, matizo una vez más y levantando solo acta de lo que percibo, la convivencia entre las diferentes culturas que la componen está más equilibrada que en nuestra Ceuta. No escribo de causas, solo de resultados. Mi amigo Mustafa Hamed, Redactor Jefe del diario “Melilla Hoy”, me preguntaba ayer con tino y perspicacia en la rueda de prensa del hotel “Ánfora” donde era mayor la convivencia, en Ceuta o en Melilla. Él ya intuía mi respuesta y la dí: en Melilla. Las cosas son como son y, créanme, si respiro mejores vibraciones en tierras melillenses será por algo. Más que criticarme, queridos lectores caballas, inquieran ustedes los razones de esta aseveración mía que ayer ratificaba después de la velada sufí en un conocido establecimiento de la Plaza de España, en una sincera e intensa conversación a tres bandas con mis dos atractivas e inteligentes interlocutoras, cualificadas exponentes de la vida cultural y política de la sociedad melillense.

Volviendo a la emotiva actuación en Melilla del grupo de cántico marroquí “Annour Al-Muhammadi”, no sé que pensará de la misma el borrachín senador marroquí Yahya Yahya y sus acólitos, expertos en sandeces y en intentar dar por donde la espalda pierde su honesto nombre. El talante y apertura de Melilla, esta bella ciudad española enclavada en el Maghreb geográfico, echa por tierra la demagogia y cicatería del anacrónico e interesado discurso sobre los “presidios” y las “ciudades ocupadas”. ¡No te digo, Marcelino!.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto