La Entidad Pública Empresarial de Suelo y la Ciudad Autónoma
se pusieron ayer “deberes” ante el delegado del Gobierno en
Ceuta, José Fernández Chacón, para eliminar a la mayor
brevedad posible los obstáculos que aún lastran el
desarrollo de la macro actuación que el Ministerio de
Vivienda desarrolla en Loma Colmenar. De entrada, Doncel se
comprometió a que en dos semanas podría empezar a
desalojarse el actual depósito judicial de vehículos anexo
al nuevo hospital y a que la próxima semana podría llegar a
Madrid la modificación necesaria del Plan Parcial
urbanístico afectado para su refrendo por el Estado.
Después, a construir.
El delegado del Gobierno en Ceuta, José Fernández Chacón; la
directora de Producción de Suelo Industrial de la Entidad
Pública Empresarial de Suelo (SEPES), Ana Perpiñá y el
consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma, Juan Manuel
Doncel, cada uno de ellos al frente de sus respectivos
asesores técnicos, cerraron ayer la hoja de ruta que, sobre
el principio de la más estrecha “cooperación y colaboración”
entre administraciones debe despejar las trabas que lastran
el desarrollo de la Segunda Fase de la actuación de la
Administración General del Estado en Loma Colmenar.
Básicamente, disolver ambos obstáculos depende de la Ciudad
Autónoma, que trabaja a marchas forzadas para no demorar una
inversión “fundamental” para Ceuta, según coincidieron ayer
todas las partes en calificarla.
De entrada, Fomento tiene ya en su poder la autorización
judicial acometer el desalojo del depósito de vehículos
adyacente al inmueble del futuro hospital. Con esa orden
judicial y con el dinero de la expropiación oportunamente
consignado por SEPES el departamento que dirige Juan Manuel
Doncel se da un máximo de “dos semanas” para elegir alguna
de las dos alternativas que baraja [una de ellas, la
conocida, junto a la ITV; la otra, también en el Campo
Exterior, se mantiene en secreto] para llevar allí los
automóviles.
El segundo obstáculo pasa por la aprobación de la
modificación del Plan Parcial que debe dar vía libre
urbanística al proyecto. Si todo marcha conforme a lo
previsto el presidente Vivas rubricará durante la próxima
semana el documento para su traslado inmediato a Madrid,
donde se espera que dado que se trata de un proyecto
impulsado desde la propia Administración General del Estado
reciba “rápidamente” el visto bueno del Ministerio de
Vivienda para que “antes de final de año” reciba la
aprobación definitiva en Pleno, previeron ayer fuentes
oficiales.
Como fleco final, la Ciudad debe terminar también el proceso
de expropiación de los seis expediente que permanecen
inconclusos, que también se desea cerrar a “muy corto
plazo”.
Un cambio radical
Con ambos deberes debidamente cumplimentados, como ayer se
comprometió Doncel a hacer a la mayor brevedad, SEPES pondrá
en marcha su parte del trabajo a desarrollar para completar
“una operación estructurante importantísima para la ciudad
que creará un anillo de comunicación entre lo existente y
todo lo nuevo que cambiará su realidad actual y para la que
es imprescindible que las administraciones vayamos de la
mano”, según reiteró Perpiñá ante los medios.
No exageró. La actuación ‘Loma de Colmenar’ dispone de
50.717 metros cuadrados de uso residencial y 47.517 de uso
empresarial donde se podrán instalar 33 empresas que
permitirá crear alrededor de 150 puestos de trabajo.
El primer ladrillo de SEPES [la Ciudad ya está construyendo
225 viviendas en la zona] se colocará en una promoción
presupuestada en 12 millones de euros y licitada en julio de
171 viviendas protegidas que ya cuentan con su licencia de
eficacia diferida y para las que la entidad baraja cinco
ofertas de otras tantas constructoras entre las que espera
elegir de inmediato con el propósito de que las obras
comiencen este año o, a lo sumo, a principios de 2009.
Después [el plazo de ejecución de ese primer paquete será de
dos años] se levantarán otras 141 viviendas como parte de la
primera fase pactada en el convenio suscrito con la Ciudad y
otras 288 incluidas en la segunda, completando así las 600
previstas en un proyecto que arquitectónicamente se ceñirán
al diseño del ganador del Concurso Internacional de Ideas
VIVA, el mexicano Félix Madrazo.
Más adelante podrían llegar aún más, todavía por concretar,
para una actuación “vital” para el desarrollo del Plan
Especial del Príncipe Alfonso, que de incluir traslados
precisará de viviendas sociales disponibles adonde llevar a
las familias afectadas.
“Satisfacción” unánime
Ante los medios, al término de la reunión, el delegado del
Gobierno explicó que las tres partes lograron ayer “hacer
balance” de las actuaciones de la Ciudad en materia de
planeamiento necesarias para la ordenación urbanística del
entorno y “otros temas sobre expropiaciones que teníamos que
terminar” para hacer viable “una de las más importantes
operaciones que se van a realizar en Ceuta durante los
próximos años”.
“Hemos visto las vicisitudes de la Segunda Fase del
proyecto, del que saldrán más de mil viviendas y otros
equipamientos”, que no citó Fernández Chacón, pero entre los
que se baraja al menos un centro educativo, “muy necesarios
para el desarrollo futuro de esta ciudad”.
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Viviendas protegidas, equipamientos sociales, deportivos,
educativos y zonas verdes
El conjunto de la actuación ‘Loma
Colmenar que el Ministerio de Vivienda lleva a cabo en Ceuta
tiene una extensión de 47,4 hectáreas. Las dos áreas
residenciales contempladas permitirán la construcción de
1.800 viviendas, ambas con sus correspondientes
equipamientos sociales, deportivos y educativos y un área
industrial consiste en un pequeño polígono, con una
superficie de 5 hectáreas, en la que se generarán 33
parcelas para la instalación de empresas, y una parcela
destinada a dotación comercial. Hay también una importante
reserva de espacios libres de uso público localizada en el
denominado ‘Barranco de Arcos Quebrados’, consistente en una
zona verde arbórea que actúa de separación entre el área
residencial y el industrial. El desarrollo de la actuación
Loma Colmenar’ en su totalidad se realizará gracias a una
inversión directa, por parte de SEPES, estimada en 32
millones de euros, expropiaciones, depósitos y demás
incluidos. Debido a la complejidad del proyecto se dividió
en dos partes: en junio de 2005 finalizaron las obras de la
primera [urbanización de 25,8 hectáreas, para la generación
de solares con capacidad para 1.000 viviendas protegidas,
incluidas dentro del denominado Proyecto VIVA].
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