El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda,
visitó en el transurso de ayer miércoles día 24 del presente
mes de septiembre, las obras de rehabilitación que se están
llevando a cabo en el antiguo hospital de la Cruz Roja, que
estarán finalizadas en el último trimestre de 2009. Gracias
a esta obra, “Melilla recupera su edificio más noble”,
subrayó Imbroda, quien recordó que en este inmueble se
reagruparán todas las dependencias de la Consejería de
Hacienda.
La rehabilitación del antiguo hospital de la Cruz Roja
estará finalizada para el último trimestre de 2009, dado el
buen desarrollo de las obras que está ejecutando la Ciudad
Autónoma para reubicar en este edificio noble de 1915 todas
las dependencias de la Consejería de Hacienda y
Presupuestos.
Según explicó el presidente del Gobierno autónomo, Juan José
Imbroda, la complejidad de la obra no está suponiendo un
obstáculo para que se cumplan los plazos previstos, a pesar
de que los proyectos de restauración “no son como las obras
nuevas, en las que prácticamente se clava la fecha de
finalización”.
De hecho, Imbroda recordó que desde que comenzó la obra el
pasado mes de marzo, se han producido imprevistos como, por
ejemplo, la localización de unos sótanos que se hallaban
ocultos tras unos muros, lo que supone un trabajo añadido
respecto a lo inicialmente previsto en el proyecto. Aún así,
el mandatario local aseguró que “no habrá problemas” para
que la obra de rehabilitación “quede bien”, ya que tanto los
técnicos de la Consejería de Fomento como los responsables
de la obra están dedicando al proyecto “toda la atención que
necesita para disponer sobre la marcha” las novedades que
puedan ir apareciendo.
En declaraciones a los periodistas, Imbroda destacó la
importancia de la restauración del antiguo hospital de la
Cruz Roja, que se está llevando a cabo de una forma “muy
intensa” debido al mal estado de conservación en el que se
encontraba.
Así, Imbroda destacó los graves daños que sufría el inmueble
por los efectos del “vandalismo enorme” al que ha sido
sometido, con incendios y roturas “a porrazos” de las
escaleras. No obstante, “se está trabajando
concienzudamente” para que el resultado de la obra sea el
edificio primigenio que se inauguró en 1915, potenciando
sobre todo la luz interna y los colores externos para que
las fachadas delantera y posterior tengan “más vida”.
Además, también se trabajará en la zona ajardinada y, sobre
todo, en los puntos del edificio que estaban más
deterioradas, como la torre donde antiguamente había un
reloj, que se encontraba agrietada y “a punto de caerse”.
También se repondrán este reloj y la campana que había
antiguamente, y se eliminarán todas las barreras
arquitectónicas para facilitar el acceso de las personas con
discapacidad.
Imbroda destacó que, gracias a esta actuación, Melilla
recupera “el edificio más noble de la ciudad”, donde se
reagruparán todas las dependencias de la Consejería de
Hacienda, que actualmente se encuentran “desperdigadas” por
numerosos puntos de la ciudad. Esto permitirá liberar
espacio en el Palacio de la Asamblea, donde se construirá un
nuevo salón de plenos y una sala de exposiciones
“importante”.
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