Los músicos locales, cualquiera que sea su estilo, tienen
esta noche una convocatoria en una nueva ‘jam session’
organizada en la Sala Café Club, que además inaugurará unas
horas antes la exposición de la fotógrafa zaragozana
residente en Ceuta Caty Castillejo, que ofrecerá su mirada
del mundo en blanco y negro, con especial incidencia en
China, país protagonista de la mitad de la muestra.
Sobre las once de esta noche vuelven a la Sala Café Club las
jam sessions, que se van convirtiendo en más o menos
habituales al ritmo de una por mes.
Bajo la coordinación del excepcional músico y batería David
León, los instrumentistas locales, cualquiera que sea su
tendencia musical, están invitados a esta jam, que, a
diferencia de otras, tendrá tema libre de cara a que la
participación sea lo más numerosas posible entre el panorama
melómano ceutí.
Dos horas antes, la Sala renovará las imágenes de sus
paredes con una nueva exposición, de Caty Castillo
Villuendas, natural de Zaragoza y actualmente afincada en
Ceuta.
En abril de 2007, Caty realizó una exposición en solitario
llamada Made in taxi, compuesta por doce fotos de tamaño
postal de imágenes de taxistas chinos de las tres ciudades
donde estuvo.
En la muestra que ahora inaugura, Caty ha querido recoger
parte de su viaje a China por las ciudades de Beijing, Shang-hai
y Shuzou (la Venecia china); viaje que cambió su perspectiva
ante muchas maneras de ver la vida, “ya que no fue el típico
viaje de grupo con guía; sino que que estuve conviviendo
entre chinos durante un mes y dos días”.
La otra parte de la exposición son retratos de personas
recopilados desde el año 2006, incluidas varias etnias, y en
la que figuran desde un niño hasta un anciano. Se llama
Rostros con rastro, porque cada mirada deja un rastro
diferente, como la expresión de un niño de cuatro años puede
parecer la de una persona de cuarenta, y viceversa, también
encontramos alguno divertido.
Todas son en blanco y negro y en formato de 20x20 y estarán
a la venta para los interesados.
La afición por el arte de Caty, quien es además periodista
radiofónica, empezó desde bien jovencita: su abuelo materno
era pintor y, junto a su madre y sus hermanas, la
introdujeron en la música, la pintura y la imagen. “Siempre
me ha gustado hacer collages, fotos; quizá empecé con 13 ó
14 años”, comenta la artista.
Así, Caty cursó el bachiller de Artes, especializándose en
imagen. Después se fue a vivir a Huesca, donde coincidió con
compañeros de la Escuela de Zaragoza que realizaban
Fotografía y vivió con un par de ellos. “Mis pequeños
conocimientos se los debo a ellos”, señala la artista.
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