Casi de casualidad, tras un cacheo superficial, se logró
interceptar al primero de los marroquíes en el mismo paso
del Tarajal. Antes ya habían pasado sus dos compañeros que
le esperaban algunos metros en el interior de Ceuta.
Circunstancia que conoció la policía que actuó rápido
interceptando un vehículo que le esperaba junto a una
gasolinera cercana. Estos otros dos fueron detenido. Más
tarde se accedió a un almacen. propiedad de uno de ellos
donde se halló más de 100 kilos más de hachís.
Todo ocurrió a lo largo de la pasada mañana del día 19,
según informa en una nota, la Jefatura Superior de Policía
Nacional.
Cuando agentes de servicio en la frontera del Tarajal
procedían a la identificación del marroquí M.J.B., de 42
años, natural y vecino de Marruecos, quien intentaba pasar
el control de entrada desde Marruecos a Ceuta. Al realizarle
un cacheo superficial en el paso fronterizo le intervienen
72 planchas de sustancia vegetal prensada (hachís), de 100
gramos cada una (7.200 gramos), adosadas con cinta aislante
a lo largo de todo su cuerpo.
En ese mismo acto y de manera espontánea, el detenido
informó a los funcionarios actuantes que la droga se la iba
a entregar al dueño de la mercancía, que le espera en un
lugar cercano a la salida de la frontera, junto a una
gasolinera, en un vehículo marca Chevrolet.
La rápida actuación de los funcionarios dio como resultado
la localización del vehículo, un Chevrolet, modelo Tacuma.
Junto a este vehículo se encontraban dos individuos
marroquíes que inmediatamente fueron identificados,
resultando ser M.R. de 22 años, natural de Marruecos y
vecino de Ceuta y N.B.J. (hermano del primero), también
natural y vecino de Marruecos.
Al proceder al registro de este vehículo fueron halladas
otras 24 planchas de hachis de 100 gramos cada una (2.400
gramos), similares a las primeras, por lo que se procedió a
la detención de estos dos individuos y a la intervención del
vehículo y la droga.
En este momento se hacen cargo de las actuaciones los
funcionarios del grupo 2º de la UDEV de esta jefatura,
pudiéndose determinar que los hermanos M.J.B y N.B.J.,
estaban actuando como transportistas de la droga, conocidos
en el argot policial como “mulas”, para el propietario de la
misma, M.R.
Registro en un garaje de Príncipe Alfonso
Al tenerse conocimiento de que el detenido M.R. estaba
utilizando un garaje situado en la agrupación este de la
barriada del príncipe de esta ciudad, fue requerido para que
prestara su consentimiento y autorización para la entrada y
registro en este garaje, autorizando por escrito la entra y
registro del mismo.
Efectuado el registro en el garaje utilizado por M.R., se
intervienen en su interior, 110.780 gramos de hachís, una
máquina de envasado al vacío, cinco cuchillos con restos de
hachís, una caja con bolsas transparentes de envasado al
vacío y cuatro bolsas conteniendo envoltorios de papel
plateado y papel de celofán.
os tres detenidos actúan como grupo organizado. Los hermanos
M.B.J. y N.B.J. se encargan de hacer el trabajo de
porteadores o “mulas”, trasladando la droga adquirida por
M.R. desde Marruecos hasta Ceuta, pasándola oculta adosada a
su cuerpo con precintos de plástico, evitando así el control
policial, valiéndose de la gran cantidad de personas que
diariamente pasan a pie por la frontera hacia Ceuta.
Una vez en Ceuta establecen contacto con el dueño de la
mercancía o con la persona que se va a hacer cargo de
guardarla y custodiarla, recibiendo el pago por el
transporte realizado.
La droga almacenada, antes de ser transportada hacia la
península, normalmente escondida en vehículos, es precintada
y envasada al vacío con la finalidad de eludir que pueda ser
detectada por los perros del control de acceso de vehículos
que establece la Guardia Civil en el puerto de Ceuta.
Los tres detenidos fueron puestos a disposición judicial el
pasado día 20 y en estos momentos permanecen en prisión
después de que la autoridad judicial decretara su
encarcelamiento.
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