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Es evidente que el Gobierno de
Ceuta, como bien afirmó Mohamed Ali, el líder de UDCE,
rezuma sensibilidad muy especial hacia lo musulman. El apoyo
institucional para que las fiestas propias de esta comunidad
cuenten con el esplendor y ornamento adecuado es una
realidad regular en todas aquellas barriadas en las que la
residencia de este colectivo es más numeroso.
El presidente de la Ciudad Autónoma, como cada año, comparte
de manera oficial la ruptura del ayuno en Sidi Embarek y
ayer no fue la excepción. Recibido por los responsables de
Luna Blanca y la asociación Nadr, Juan Vivas visitó y saludó
a los que acuden a diario a la carpa ubicada a los pies de
la mezquita.
Es intención del Gobierno de Ceuta -así se ha demostrado-
atender a los musulmanes y respaldarles en sus iniciativas,
como lo ha sido en el caso del rezo colectivo. En este
ocasión el Ejecutivo quería y desea cumplir con su
compromiso adquirido el pasado año. Desde la mejor de las
voluntades, en la creencia de un bien general, proporciona
los medios y la logística necesaria para que los musulmanes
de la ciudad dispongan de un lugar adaptado a las
necesidades marcadas en un precepto del Islam.
Las divergencias internas en el seno de la comunidad
musulmana con sus distintas y diferentes doctrinas complican
una más que apetecible convergencia y unidad entorno a la
iniciativa de apoyar y facilitar los medios adecuados para
que el ‘Musal-la’ pueda llevarse a la práctica.
En cualquier caso la Ciudad está para todos, su labor es
estar al servicio de las distintas sensibilidades y erigirse
en la defensora de todas sus peculiaridades, lo que se
traduce en algo bien complicado cuando de fe y de doctrinas
diferentes se trata.
Los representantes de la sociedad civil, esto es, la
Asamblea de la Ciudad Autónoma, apuestan porque los
musulmanes vivan sus tradicio nes con el apoyo de la
institución y ese es el escenario en el que el Gobierno
quiere colaborar, otra cosa diferente será el hecho de que
las distintas asociaciones de esta comunidad acuerden o no
actuar de manera conjunta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
