El jefe de la División de Medio Marino del Ministerio de
Medio Ambiente, Javier Cachón, manifestó ayer que “con
carácter general” la administración recomienda “no instalar
redes antimedusa aunque son las autoridades locales las que
deben tomar la decisión”. Según indicó Cachón las medusas
quedan adheridas a las redes y en zonas de fuerte oleaje
puedan hacer que se desprendan los tentáculos.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino no
recomienda utilizar redes antimedusa para proteger los
litorales de los urticantes animales. El jefe de la División
de Medio Marino, Javier Cachón, matizó que la propuesta se
hace “con caracter general y las autoridades locales son las
que deben tener la decisión al contar con más experiencia en
un punto concreto”. Este tipo de tramas se utilizan, además
de en Ceuta, en la costa del Mar Menor al ser una región de
aguas mansas.
El principal motivo para desaconsejar la utilización de
redes es que las medusas se adhieren a las mallas y en
costas abiertas batidas por fuerte oleaje se desprenden los
tentáculos que son la parte del animal que producen las
irritaciones: “Puede producir el mismo problema en las
playas a los bañistas como si hubiera medusas” señaló
Cachón.
La otra razón es que las redes impiden la circulación normal
de las corrientes y del paso de la fauna aislando las
poblaciones: “Cuando pones una barrera de este tipo no
puedes seleccionar los animales que no pueden traspasarlas y
no parece muy adecuado para el litoral”.
El Ministerio apuesta por la red de observadores que
funcionó como prueba piloto el año pasado y está integrada
en la Campaña Medusas 2008. “Cuando los observadores
detectan una aglomeración de animales o algo inusual se
avisa a los usuarios, se iza la bandera en las playas y en
algunos casos cuando es aconsejable se cierran”. Cuando un
número excesivo se aproxima a las zonas de baño “puede
decretarse la retirada de las medusas” mediante
intervenciones directas desde el mar. Cachón quiso recordar
que “las medusas son una parte más del ecosistema marino y
por tanto la eliminación debe hacerse en situaciones
concretas”.
Este año el número de aguavivas ha disminuido y los
pescadores ceutíes integrados en la red de observadores sólo
observo acumulaciones cerca del litoral a comienzos de la
primavera.
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