No nos duelen prendas al reconocer
dos cosas, en primer lugar el interés y el buen trabajo que
en el Ayuntamiento demuestra Mohamed Alí, y en segundo lugar
el buen talante que cada día más, viene demostrando el
Gobierno de la Ciudad bajo la dirección de Juan Vivas, cosa
que se nota una vez más con vistas al final de la fiesta del
Ramadán y a la petición que desde la oposición hizo UDCE-IU.
Temple, cordura, saber estar y dar ocasión a los que están
en la oposición para que puedan mostrar sus peticiones y que
esas se puedan llevar a cabo. Nos agrada de verdad.
Con la iniciativa del Musal-la se ha dado un paso de cordura
y de buen entendimiento, al tiempo que se pone de manifiesto
que un grupo, por pequeño que sea, y por pocos
representantes que tenga en las instituciones si se empeña
puede conseguir cosas para aquellos que depositaron en uno
su confianza.
Ahora, en esa iniciativa de organizar el rezo colectivo se
ve un claro síntoma de ese talante de la Ciudad de Ceuta en
busca de lograr una mayor unión entre todos sus habitantes
sin que haya que descartar a nadie, sean cuales sean sus
creencias.
Y es que junto al Gobierno de la Ciudad hay que poner en
evidencia esa mayor sensibilidad hacia las tradiciones que
como en cualquier otra religión, se marcan en la religión
islámica.
Y como de bien nacidos es ser agradecidos, UDCE-IU valora y
considera adecuada la iniciativa de la Ciudad Autónoma de
colaborar en la logística del rezo colectivo, un “progreso
advertido en el Gobierno de la Ciudad” según palabras del
propio Mohamed Alí.
Y hay más, tras este primer paso, ello es que existe la
posibilidad de que desde el próximo 2010 sea festivo la
fiesta del Sacrificio.
Con este talante, con esta situación de acercamiento
religioso, y de respeto hacia otras creencias, no se podía
perder la oportunidad de llamar a los musulmanes de Ceuta,
además de a todos los ceutíes para acudir al acto del rezo
colectivo, ocasión única para acercarse y conocerse un poco
más.
Son momentos de entendimiento, en los que los reproches no
tienen cabida, con lo que el buen entendimiento y la cordura
estará en todas las partes.
De momento, se ha visto y muy bien el que la Ciudad conceda
un lugar, lo habilite y acondicione para hacer ese rezo
colectivo, como antes no se había logrado nunca.
Hay que reconocer que es la primera vez y que implica una
ruptura con rencillas, con absurdas posiciones enfrentadas y
sin respeto para la parte contraría, con lo que se ha pasado
a una situación de concordia, de buen entendimiento y de
saber ver, de saber comprender y de no olvidar que hoy, cada
vez más, las religiones no deben ser punto de separación,
sino más bien de unión, de acercamiento y de establecimiento
de buenos contactos.
Naturalmente esto, con simples palabras no sería nada, si no
contara con el respaldo de una gran parte de la población, y
en Ceuta, desde que yo la conozco, cada vez ha habido más
deseos de evitar hostilidades y de tratar de lograr unión
con todos aquellos que están a su lado, y que por razones
históricas no se puede dejar de lado a ninguna de las
culturas y religiones, que han convivido y siguen
conviviendo en los 18 kilómetros cuadrados de nuestra
tierra.
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