La plaza de Pedro de Estopiñán, en Melilla La Vieja, albergó
ayer el acto para conmemorar los 511 años de la españolidad
de Melilla. Por ello, decenas de personas se acercaron hasta
la plaza de El Pueblo para celebrar el Día de Melilla.
En su discurso, el presidente de la Ciudad, Juan José
Imbroda, instó a todos los grupos políticos a “zanjar el
debate” sobre la reforma del Estatuto de Autonomía,
considerando que "no son buenos los enroques partidistas”.
Decenas de melillenses se acercaron ayer hasta la plaza de
Pedro de Estopiñán, en Melilla La Vieja, para conmemorar el
511 aniversario de la españolidad de Melilla. Autoridades
civiles y militares celebraron esta especial jornada en un
emotivo acto que se prolongó por espacio de,
aproximadamente, media hora.
El acto del Día de Melilla arrancó con el homenaje a la
Bandera, momento en que, con los sones de la marcha 'El
abanico', dos soldados del Regimiento de Artillería Mixta
número 32 portaron la enseña nacional.
Minutos después, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan
José Imbroda, acompañado por el delegado del Gobierno,
Gregorio Escobar, el general segundo jefe de la Comandancia
General de Melilla (Comgemel), Federico Lázaro Vicente, el
prefecto de la República de Italia, Pietro Lisi, y la
extremeña Serafina Melilla, depositaron una corona de laurel
ante el monumento dedicado a Pedro de Estopiñán,
conquistador de la ciudad.
Posteriormente, el presidente Imbroda tomó la palabra para
hacer un balance político, económico y social de la ciudad
de Melilla. En este sentido, el jefe del Ejecutivo local
reiteró su deseo de que todos los grupos lleguen a un
consenso que guíe el camino hacia la reforma del Estatuto de
Autonomía. "No podemos estar eternamente con este debate
abierto, hay que zanjarlo ya", dijo Imbroda, que espera la
"suficiente atención por parte de todos los partidos
implicados". Del mismo modo, el presidente de la Ciudad se
refirió en su discurso del Día de Melilla a la revisión de
la financiación autonómica. "Espero que la Ciudad Autónoma
no se sienta discriminada en absoluto con respecto a las
demás, y que podamos compensar los déficits de servicios
transferidos, las nuevas necesidades de la sociedad
melillense y el quebranto que supuso la pérdida considerable
de fondos europeos". Por ello, Imbroda expuso ante decenas
de ciudadanos melillenses que la ciudad necesita "una
política de alta sensibilidad hacia nuestros problemas", por
lo que consideró que "no son buenos los enroques partidistas
que antepongan la negación o la ausencia de colaboración
esperando con ellos réditos políticos”.
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