La entrada a las Murallas Reales por la calle González
Tablas también se verá afectada por una reforma. La nobleza
del complejo cultural tiene un acceso innoble y la Ciudad va
a remediar este ‘accidente’ con una obra que se acometerá
cuando termine el Ramadán.
Hasta el momento, las continuas fiestas o celebraciones que
están aconteciendo en el patio de armas de las Murallas han
imposibilitado que la reforma se acometa de manera inminente
y ha habido que retrasarla progresivamente. Esta ejecución
va a alcanzar un presupuesto de 133.385 euros y que están
dentro de lo estipulado por el III Plan de Dotaciones en
Barriadas.
Gracias a estas mejoras el entorno de las Murallas Reales
ganará estética y organizativamente.
Actualmente, la zona se encuentra compuesta por un pavimento
de solería antigua, una acera estrecha de hormigonado
impreso y un desnivel muy grande, según explicaron los
técnicos de la viceconsejería. Lo que se hará es regular
todo el terreno y organizarlo, eliminando las rampas y
desniveles, para evitar así que haya que parchear
continuamente el terreno ante cualquier evento en las
Murallas. El pavimento de la acera se colocará de granito y
todo quedará al mismo nivel prácticamente. Lo que sí
cambiará será el aspecto de la calzada, que ahora se hará de
adoquines. También se pintará un paso de cebra en una
entrada que hasta ahora no la tenía, con lo que los coches
contarán con una señalización mejor para guiarse y para
beneficio de los peatones.
En cuanto a los aparcamientos, de los ocho actuales se
perderán tres, debido a que los vehículos tendrán que
estacionar ahora den línea y no en batería, como lo venían
haciendo hasta ahora. Esto es debido a que el ancho de acera
aumentará, pero no la calzada, que mantendrá las mismas
proporciones. El estado actual de la acera no cumple con la
normativa vigente, ya que se va estrechando y pasa de 1,43 a
0,72 en su aproximación a la entrada de vehículos, mientras
que ahora mantendrá los 3 metros.
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