Un informe realizado por la International Fund for Animal
Welfare (Ifaw) sostiene que la contaminación acústica
dificulta el proceso de alimentación de los cetáceos y la
comunicación entre ellos. Además refleja que el nivel de
ruido en los mares está aumentando.
“Los efectos perjudiciales que produce la contaminación
acústica son conocidas desde hace tiempo e influye en
aspectos fundamentales como la ecolocalización de los
delfines que les sirve para obtener alimento” dijo el
presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera. El
antiguo Ministerio de Medio Ambiente aprobó el 21 de
diciembre de 2007 el Real Decreto de Protección de Cetáceos
que limita algunas de las actividades humanas sobre todo
referentes a la observación. “Es importante que este tipo de
iniciativas tengan después un seguimiento y se lleven
realmente a la práctica, no sólo hay que legislarlas”
consideró Pérez Rivera. El ecologista manifestó además que
“en el área del Estrecho confluyen riqueza de biodiversidad
e intereses conómicos muy fuertes que son los que
predominan”.
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