No creo que estemos todos de
acuerdo en lo bueno o lo menos bueno que ha representado un
cuerpo especial como la legión en la historia de este país y
en lo que al ejército representa, pero tanto los que estén
de acuerdo con este cuerpo, como los que no lo estén, deben
admitir que este cuerpo, que para muchos ha sido glorioso,
representa una parte importante en la historia de España, y
al que hay que tener, cuando menos, respeto por lo que en
muchos momentos llevó a cabo.
Los orígenes fueron en unos instantes en los que, aunque de
lejos, los slogams románticos seguían teniendo algo que
decir, estuvieran o no trasnochados y el propio fundador de
la legión, quizás desacertado en parte de sus actuaciones,
aquí trató de llevar a cabo la creación de un cuerpo que
jamás volvió la espalda.
Ahora, han pasado ya 88 años de aquella fundación, y hace
muy pocos días unos 100 comensales celebraron una cena de
gala en el Ulises.
En esta cena, no podía ser de otra forma, estuvo como
“representante” máximo el Tercio Duque de Alba Segundo de la
Legión, que festejó esa cena tradicional.
Esta cena viene celebrándose año tras año y es uno de los
actos del aniversario de la creación de la unidad. Hemos
citado unos 100 comensales, en tiempos es posible que se
hubieran dado cita muchos más, pero en estos momentos, de
falso progresismo, muchos de los que se enorgullecían de
pertenecer o haber pertenecido a este cuerpo, parece que se
van separando un poco de él. La historia, a veces, deja
pasar muchas circunstancias, pero lo que no hace es dejar en
el más remoto de los olvidos, algo que en otros momentos
ciertas personas lo consideraron como propio. Son los
tiempo.
La cena de gala no es lo único que hay, en estas fechas, en
torno a la legión, puesto que de aquí a muy pocos días,
concretamente el próximo sábado día 20 será el desfile
militar, al que no faltarán ni los que son, ni tampoco
estarán aquellos que ahora lo ven de otra forma a como lo
veían hace treinta o cuarenta años.
Nunca fui seguidor, ni adversario, de este cuerpo, pero creo
que ha habido muchas de sus acciones que merecen, cuando
menos, el respeto y la admiración por quienes estuvieron en
los momentos más difíciles, dando la cara y sin volver la
espalda.
En la cena estuvieron oficiales, suboficiales, antiguos
legionarios y legionarios de honor. Aquí se brindó por la
continuidad de uno de los grupos que aportaron más valor al
Ejército de Tierra, y eso si que nadie lo podrá discutir,
aunque se rechacen algunas acciones fuera de eso, pero valor
y entrega no hay quien lo pueda discutir.
Debo recordar, que hoy los nombres más carismáticos de la
legión, especialmente en los años de su fundación, y en los
momentos en los que tuvo que intervenir este grupo, no son
bien vistos por parte de esa progresía barata, o por otros
que se han vuelto la chaqueta, tras haber adorado y
bendecido todo lo que la legión aportara, pero con errores y
aciertos 88 años de historia reciente algo deben aportar, y
ahí ha estado, haciendo esa historia, también, la legión.
En ese desfile militar del próximo sábado, día 20, también
habrá el nombramiento de cuatro legionarios de honor, entre
los que está el general Alfonso Carbonell, antiguo 2º jefe
de la Comge. Aquí, y que nadie lo ponga en tela de juicio,
un espectáculo lleno de hombría y de españolidad está
asegurado, para progres y para los que lo somos un poco
menos.
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