Me siento muy satisfecho de estar en esta plaza tan
entrañable, por muchos motivos, y en esta ciudad tan querida
y admirada.
Admirada porque Málaga es referente de dinamismo, de
modernidad y de excelencia, por su evolución, sus
equipamientos y la calidad de sus servicios urbanos, y de
buen Gobierno municipal; por todo ello, querido Alcalde,
muchas felicidades y mi más sincera enhorabuena.
Pero también muy queridas para todos los ceutíes por las
muchas coincidencias que existen entre Málaga y Ceuta, de
forma tal que aquí nos sentimos como en casa. Málaga y Ceuta
tienen, a mi modo de ver, el alma mediterránea y marinera.
El mar es, en nuestro caso, fuente de vida, de riqueza y de
belleza, además de vía para la comunicación, el contacto la
relación humana.
El alma mediterránea resulta asimismo evidente, porque
Málaga y Ceuta, gracias al carácter de sus gentes, son
ciudades cálidas, acogedoras, cosmopolitas y sobre todo
hospitalarias. Nosotros estamos como en casa, pero aquí
nadie se siente extraño.
Me siento igualmente satisfecho de encontrarme nuevamente
con mi querido y admirado Presidente de la Ciudad Autónoma
de Melilla, Juan José Imbroda, así como con el Presidente
del partido en la Ciudad hermana, Arturo Esteban, con
quienes tantas ilusiones y desvelos compartimos, con quien
tantas gestiones hemos llevado a cabo, en beneficio de
melillenses y ceutíes, y con quienes tanto nos queda por
hacer para colmar las legítimas aspiraciones de los
ciudadanos a quienes representamos y servimos.
Creo que este es el primer encuentro que, en el seno del PP,
celebramos entre Andalucía, Ceuta y Melilla, tras la entrada
en vigor del nuevo Estatuto Andaluz y, en consecuencia, tras
la entrada en vigor del artículo 228 del mismo, donde se
regulan las relaciones de la Comunidad Andaluza con nuestras
dos Ciudades. Por tal motivo, quiero aprovechar la
oportunidad para agradecer públicamente al PP de Andalucía y
a su Presidente, don Javier Arenas, su decisiva actuación en
la redacción y aprobación del mencionado artículo, una
aprobación respaldada de manera unánime por el conjunto de
formaciones políticas andaluzas, lo que consideramos muy
significativo e importante y asimismo agradecemos. Una
iniciativa y una disposición de gran calado:
-Porque lo que antes era una opción respecto al
establecimiento de especiales relaciones de colaboración
entre la Junta de Andalucía y nuestras dos Ciudades
Autónomas, ahora, con el nuevo texto, se ha convertido en
una exigencia, en un mandato, lo que significa que las
indicadas relaciones no dependen de coyunturas ni de
apreciaciones circunstanciales, constituyen, por el
contrario, un componente estructural y estable.
Un componente jurídico y político de carácter estructural
que es la lógica consecuencia de unos lazos también
esenciales; la geografía, la historia y la intensidad de los
contactos de toda índole han derivado en una identidad
común; una identidad común que es manera de ser, de sentir y
de vivir, que se percibe en contacto con la gente; y que no
es ni exclusiva ni excluyente. Andaluces, melillenses y
ceutíes presumimos de serlo pero, al mismo tiempo, nos
sentimos orgullosos de ser españoles.
Ceuta, queridas amigas y querido amigos, es una prolongación
de la península y de Andalucía en el norte de Africa; lo
dice don Luis López de Anglada: “Andaluza niñería que, si
saltar pudiera, saltaría la comba de agua y sal del océano”.
-La segunda virtud del citado artículo 228 se encuentra en
que contempla las relaciones de cooperación y, sobre todo,
de asistencia, cuando antes eran solo de colaboración, lo
que supone ampliar, de manera extraordinaria, el campo de
posibilidades para mejorar, en beneficio de los ciudadanos,
la calidad y cobertura de determinados servicios públicos,
como son, entre otras, las áreas relativas a Sanidad,
Educación, Asistencia Social, Cultura, Deportes, Medio
Ambiente, Turismo y Desarrollo Económico.
El pasado día dos de este mes, coincidiendo con la
celebración del Día de Ceuta y con el homenaje de
hermanamiento que, con tal ocasión, nuestra ciudad ofreció a
Andalucía, el Presidente de la Junta y yo firmamos un
protocolo que supone dar el primer paso en la línea marcada
por el tantas veces mencionado artículo 228 del Estatuto
Andaluz; un paso que valoramos muy positivamente. Su
desarrollo y concreción se traslada a los preceptivos
convenios sectoriales, que esperamos entren en vigor con el
inicio del próximo ejercicio, en ello vamos a poner nuestro
máximo interés y para ello esperamos contar, una vez más,
con el apoyo de todos.
Me siento muy satisfecho de estar nuevamente, y de
despachar, con don Javier Arenas; por cuanto ello me permite
reiterarle mi reconocimiento, mi admiración y mi
agradecimiento, por muchas razones.
Todo el mundo dice que Ceuta ha evolucionado positivamente
en los últimos años, que ha dado un cambio sustancial. Estoy
convencido de que ello es obra de muchas voluntades, pero
yo, que soy un testigo singular, puedo afirmar, por ser
cierto que, en el señalado conjunto de voluntades, Javier
Arenas tiene un papel principal, por haber impulsado, ideado
y propiciado decisiones que han sido fundamentales para
operar el referido cambio, entre ellas las llevadas a cabo,
desde la Secretaría General de nuestro partido, para
posibilitar la estabilidad política que en estos años
estamos disfrutando; y muchas otras como Ministro
Vicepresidente del Gobierno de la Nación: el impulso de
inversiones decisivas para cubrir necesidades en servicios
públicos fundamentales; la implantación de ayudas
específicas, vía concierto con la Ciudad Autónoma, en las
áreas de Educación, Vivienda, Empleo, Servicios Sociales,
Menores y Medio Ambiente; la mejora de la suficiencia
financiera de la Ciudad Autónoma, atendidas las especiales
exigencias que en nuestro caso concurren y a través de
iniciativas tales como la cesión de los impuestos
especiales, el establecimiento de una cláusula legal de
garantía en la recaudación de la imposición indirecta
propia, y la integración de Ceuta en el Fondo de
Compensación Interterritorial; y la aprobación de una
bonificación en las cuotas a la Seguridad Social para
proteger el empleo y atender las necesidades de los sectores
en crisis.
En cualquier caso, el comportamiento propio de un
responsable público coherente, que está convencido del valor
y de la importancia que tienen los principios
constitucionales de igualdad y de solidaridad.
Para terminar, muchas gracias nuevamente por la acogida, y
como siempre hago, transmitirles a cuantos nos lean, vean u
oigan, que en Ceuta, al otro lado del Estrecho, les
esperamos con los brazos y el corazón abiertos.
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