Pasada la carretera que da acceso al pantano del Renegado y
enclavada en uno de los parajes privilegiados de García
Aldave se esconde una pista habilitada para realizar
prácticas de aeromodelismo. Más que habilitada, donde se
permite, ya que el empedrado y los baches de la planicie no
son precisamente los mejores para hacer un aterrizaje
forzoso de las máquinas. Allí se reúnen todos los fines de
semana los socios del Club de Aeromodelismo y Radiocontrol
de Ceuta: “Somos un club humilde de unas 30 personas aunque
nos solemos reunir en la pista unos 10 o 12 socios las
jornadas en las que practicamos” explicó el presidente del
Club, Antonio Pérez.
Sobre el suelo de la pista descansaban ayer unos flamantes
helicópteros de un metro de largo y el modelo de un avión
que superaba algo más del metro y medio de envergadura. El
comienzo en las artes aeromodelísticas es duro y los
modelos, que valen desde 100 euros, pueden terminar
destrozados en el asfalto: “Mucha gente cuando comienza en
esto se compra una aparato no muy caro y van a la explanada
de la Marina a volarlo y lo estrellan. Lo adecuado es
venirse aquí, les enseñamos gratuitamente y les aconsejamos
cuál es el mejor avión para empezar”. En el proceso de
aprendizaje el neófito comienza manejando las maquetas en el
aire y posteriormente emprende el despegue y el aterrizaje,
los dos momentos más complicados del vuelo. Un buen equipo
para principiantes cuesta unos 300 euros en total.
El manejo es diferente entre los modelos de avión y los de
helicópteros, más complicados estos últimos: “En la emisora
llevas exactamente los mismos mandos que tiene un aparato de
verdad, pero es más complejo aún. Cuando un piloto está en
un helicóptero siempre está derecho pero cuando aquí la
máquina está al revés, los controles se invierten
completamente” detalló Pérez. Los socios del Club de
Aeromodelismo congregados en el lugar hicieron una pequeña
muestra de sus habilidades para las cámaras de El Pueblo TV.
. Uno de los participantes puso uno de los helicópteros al
revés, “un invertido”, dijo uno de ellos, “a veces los
ponemos tan bajos que cortamos un poco de hierba”. Los
aviones estaban aparcados en los coches, al sumarse los
socios a la iniciativa de la Sociedad de Caza de limpiar de
desperdicios el campo de las inmediaciones de la pista. “El
manejo es diferente, por ejemplo los aviones necesitan más
espacio para despegar”.
El club de Ceuta pertenece a la Federación de Deportes
Aéreos y participan en eventos nacionales. Uno de los
socios, encargados de la exhibición, estará en el campeonato
de España de este año.
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Los aviones de Carlos V en su retiro de Yuste
Se dice que Carlos V entretenía a
sus invitados en su retiro de Yuste haciendo exhibiciones de
pequeños ingenios mecánicos tras el encuentro con un herrero
alemán que había inventado una suerte de águila mecánica que
realizaba cortos trayectos. Algunos aeromodelistas datan el
inicio del deporte en fechas tan lejanas como el siglo III
a.c. con Árquitas de Tarento que inventó un pequeño
mecanismo con el que intentó emprender el vuelo sin
conseguirlo. El aeromodelismo en época moderna se alimentó
de dos invenciones principalmente: la radio de Marconi, que
posibilitó fijar la dirección del vuelo mediante controles a
distancia; y el motor de combustión que marcó una revolución
del aeromodelismo con su incorporación en los años 30.
Anteriormente se utilizaban motores de anhídrido carbónico y
de gomas, usados en 1870 por Alphonse Penaud para su modelo
planophore, y aún muy populares hoy. Los avances en la
electrónica durante la década de los 40 y la Guerra Mundial
permitió simplificar los complejos aparatos de radiocontrol
y la aparición de los transistores ayudó a la miniturización.
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