Cada vez que puedo esquivo el
término peatonalización, aunque no quiere decir que las
zonas en las que se impide la marcha de vehículos,
constantemente, no me agraden por la comodidad que
proporcionan a quienes no acostumbramos a utilizar el coche
en la ciudad, salvo por extrema necesidad.
Y Ceuta, desde hace cuatro o cinco años ha comenzado a
hacerse una ciudad, además de más moderna, mucho más cómoda,
al haber cerrado al paso de los vehículo rodados la vía más
céntrica de la ciudad, que es donde mayor número de
establecimientos comerciales hay, y donde con más comodidad
se puede ir de compras o de paseo.
Recuerdo los comienzos de las obras del Revellín, y recuerdo
también las quejas de algunos de los que tienen sus
establecimientos allí, porque durante unos meses iban a
salir perjudicados. Lo que no veían, pero si se vio desde la
organización de la Ciudad, es que con la calle en las
condiciones que ha quedado, iban a suplir esas dificultades
con una clientela más frecuente y más cómoda para hacer sus
compras desde la semana de Reyes, hasta el Fin de Año.
Ahora, en esa zona, nadie se acuerda de aquellas molestias
pasajeras y, los comerciantes especialmente, se dan cuenta
de que sus negocios se han revalorizado un 100%.
Luego llegó el tramo siguiente, hasta la Plaza de los Reyes,
y ahí ya, visto como había quedado lo anterior, nadie se
quejó tanto, porque veían, especialmente las gentes del
comercio, que se les estaba poniendo un cheque al portador
para mucho tiempo.
Ni siquiera los servicios públicos se quejaron, porque las
demás vías alternativas suplían y bien ese tramo por el que
ahora ya no podían circular.
Ahora se está finalizando el tramo siguiente, el que va
desde la Plaza de los Reyes hasta los Remedios, y en la
próxima semana, para el XXI encuentro de Cofradías, que
tendrá lugar los días 19 y 20, ese tramo ya estará
concluido.
La vía central, pues, está casi concluida para el uso de las
personas que van a pie, sin que se pueda utilizar por los
vehículos, aunque este último tramo no será exclusivamente
para los viandantes y acogerá, además de a estos, también, a
los servicios públicos y a los vehículos de los residentes.
¿Será aquí el punto final? Conociendo como conocemos a la
primera autoridad de la ciudad, y sabiendo que no dejará de
esforzarse, cada día más, hasta dejar la ciudad como una de
las mejores de España, creo que más que punto final, aquí
vamos a ver un pequeño paréntesis en el corto tramo ese que
falta por modernizar hasta la Plaza de Azcarate.
Han sido más de cuatro años de trabajos constantes, de
algunas incomodidades para quienes tenían o teníamos que
pasar a diario por esa zona de obras, pero ahora, volviendo
la vista hacia atrás tenemos que estar de acuerdo todos, los
comerciantes, o los que sólo somos espectadores, compradores
o paseantes, que “ahora mismo el centro está más concurrido
y en él se disfruta más”.
Las quejas, que en todas las obras las hay, vienen
especialmente de aquellos que consideran indispensable
pasar, en su vehículo, por todas y cada una de las vías
urbanas. Los demás, los que prefieren la tranquilidad y la
comodidad, están y estamos deseando ver un tramo más de
obras en esa “ruta” o en alguna de al lado.
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