Científicos del Centro Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) han completado el traslado de 1.400 huevo
de tortuga boba para repoblar las poblaciones mediterráneas
del animal en la costas canaria y andaluza. Ecologistas en
Acción de Almería no ha obtenido aún respuesta al informe
contrario, fundamentado en la carga genética diferente de
los animales, que elaboró el veterinario municipal ceutí y
miembro de la delegación local del grupo, Álvaro García de
los Ríos, sobre el proyecto.
“Al traer ejemplares no nacidos aquí tienen una diferencia
genética con respecto a los ejemplares autóctonos y también
la pregunta es adónde volverán, a las playas de donde son o
en las que los soltaron”, declaró ayer el miembro de Septem
Nostra-Ecologistas en Acción y veterinario municipal, Álvaro
García de los Ríos, para cuestionar el proyecto de
introducción del Centro Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) de ejemplares de tortuga boba de Cabo
Verde en el mar de Alborán.
Los científicos han traído de las islas atlánticas situadas
frente a la costa de Senegal 1.400 huevos de los que 1.000
serán trasladados a las Islas Canarias y 400 a Andalucía. De
esos 400, 250 han sido depositados en varias playas del Cabo
de Gata en Almería en tres nidos cuyas condiciones de
incubación son vigilados por los científicos.
La iniciativa está financiada conjuntamente por las
Consejerías de Medio Ambiente canaria y andaluza: “La Junta
sigue empecinada en un proyecto que no tiene ni pies ni
cabeza y recibe todos los parabienes porque está auspiciado
por los científicos del CSIC cuando en general el resto de
opiniones independientes son contrarias” subrayó el
presidente de Ecologistas en Acción de Almería, Francisco
Toledano.
La Junta de Andalucía no dio respuesta al informe que
presentó García de los Ríos en el que exponía diferentes
incovenientes al proyecto. Uno de los objetivos de la
propuesta es reforzar las poblaciones mediterráneas de
tortuga boba para que actúen como controladoras de las
proliferaciones de medusas. El veterinario municipal ha
realizado numerosas autopsias de ejemplares que han
aparecido muertos en las costas de Ceuta y ha llegado a la
conclusión de que no se alimentan de medusas, al menos en
las aguas del mar de Alborán.
“El proyecto está abocado al fracaso, en condiciones
naturales sólo sobreviven una de cada mil tortugas. Si
sueltas algo más de 200 no sé que aumento de población van a
hacer. La Consejería ha realizado un fuerte desembolso
económico que va a suponer un despilfarro” indicó Toledano.
Ecologistas en Acción de Almería propone atacar las razones
por las que se está produciendo una disminución de la
población de tortuga boba: la contaminación y la pesca
accidental. Para la muerte accidental existen medidas como
“cambiar el tipo de anzuelo que se utiliza en el palangre o
el tipo de cebo que se utiliza. Se puede realizar la pesca a
mayor profundidad con lo que se reducen notablemente las
capturas. También se puede instruir a los pescadores en como
se pueden recuperar a los ejemplares una vez que se producen
las capturas”.
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