El Ingreso Mínimo de Inserción
Social, el llamado (IMIS) está a punto de ser una realidad
una vez supere el trámite legal antes de ser presentado a
Pleno, algo que ocurrirá el próximo mes de octubre. Se trata
de realizar una serie de medidas dirigidas a dotar a las
familias ceutíes, que se encuentren por debajo del umbral de
la pobreza, de unos recursos suficientes para el desarrollo
de su vida diaria al tiempo que se contribuye a propiciar el
que puedan satisfacer sus necesidades básicas.
Es, sin duda, una de las medidas sociales de mayor calado
que se haya producido en la Ciudad Autónoma en la historia
de la democracia, lo cual, procediendo la iniciativa de un
gobierno de corte liberal y no progresista, como los ha
habido en la historia del consistorio ceutí, da cuenta de la
verdadera preocupación existente en el ejecutivo local sobre
aquellas personas que lamentablemente no pueden vivir, si
quiera, con lo básico.
En Ceuta se estima que más de 1.100 personas serían las que
se beneficiasen de esta medida que contará con un
presupuesto superior a los 850.000 euros en 2009 y que en
este mismo año, desde que se apruebe en el próximo mes de
octubre dispondrá de un monto de 150.000 euros.
Y no será hasta mediados de noviembre cuando comiencen los
plazos para solicitar esta especial prestación. Se trata de
hecho de una metodología de trabajo distinta, nunca antes
conocida y que servirá para minimizar los efectos de esa
negativa brecha social que afecta a los colectivos más
desfavorecidos.
Pero no sólo se trata de aportar unos ingresos que ayuden a
dignificar mínimamente la vida de este colectivo
verdaderamente con problemas, sino que serán muy tenidos en
cuenta a la hora de acceder a los recursos sociales,
facilitándoles el acceso a la vivienda o la mejora y
desarrollo de la educación.
El IMIS permanece en plazo de alegaciones, tendrá que
aprobarse en Pleno y tras ello publicarse en el BOCCE para
entrar en vigor 20 días después. La medida es de ovación.
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