Troilo, el bandeonista argertino, dijo hace ya muchos años:
“Dicen que me fui del barrio, pero ¿cómo?, si siempre estoy
volviendo”. Calamaro, el poeta rockero, la recuperó en su
última gira como expresión perfecta de esa sensación de no
haberse ido nunca del lugar natal. Toñy Castillo, no menos
ilustre escritora ceutí, la plasma en ‘A la orilla de mis
mares’.
Toñy Castillo (Ceuta, 1961) no contesta a la primera cuando
se le pregunta en qué momento se fue de su ciudad natal. Su
sonrisa parece decir “¿cómo?, si siempre estoy volviendo”.
Ayer, en otro de sus innumerables regresos físicos a la
ciudad autónoma, la autora recibió un premio por partida
doble en la Biblioteca Pública.
El primero fue el privilegio de presentar en su casa su
último libro, ‘A la orilla de mis mares’, un homenaje a
Ceuta en forma de miscelánea de recuerdos revividos que
comienza precisamente en una travesía en el Estrecho cuando
alguien le pregunta “Y tú, ¿cuánto hace que te fuiste de
Ceuta?”.
“Me gusta saborearlo todo, revivir mis mejores momentos,
saborear estos dos mares entre los que corría desde la
avenida de Otero, donde vivía, hasta El Chorrillo, donde me
bañaba”, explicó ayer la escritora, que funde en este
trabajo los mitos de Ceuta (el Puente del Cristo, el Poblado
Legionario, los volaores, el día de Levante...) con poemas y
todo lo que se le pasó por la pluma desde que escribió el
cuento ‘Una cabaña en el Segre’.
El segundo premio para la ceutí fue su elección como autora
de año por la Biblioteca Municipal para promocionar con su
obra el hábito lector entre los más jóvenes de la ciudad,
tan necesitados de él. Lo hará con el cuento ‘La mujer
siempre viva’, que viajará por todos los colegios ceutíes
para que los alumnos lo ilustren. En junio, Castillo volverá
para revivirlo con los estudiantes.
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