PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

En busca del Edén
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Cada día, y en las últimas semanas más, estamos viendo, oyendo o leyendo que varias docenas de inmigrantes, sin papeles, se han acercado a las costas canarias, a las costas mediterráneas de Málaga o de la provincia de Granada, a las inmediaciones del estrecho ..., a donde pueden o a donde aciertan a llegar, Ceuta tampoco se libra de esas llegadas, en más ocasiones de las que fueran necesarias.

En el camino se quedan muchos, y otros muchos, también tendrán que coger el camino de vuelta, a la fuerza. No debemos darle más vueltas al asunto, vienen huyendo de la miseria, del hambre y de la tiraría, además de ser atraídos por un anhelo de libertad y de prosperidad.

Viajes de este tipo no son nuevos, no es algo que haya surgido o nacido exclusivamente hoy. Desde el primer asentamiento europeo en América del Norte, en los comienzos del XVII, los Estados Unidos fueron una especie de polo de atracción, para muchas personas que se desplazaban en busca de aventuras. También aquellos huían de ciertas tiranías o, en el mejor de los casos, intentaban lograr una vida mucho más cómoda o, al menos, mejor.

Estos viajes del XVII se convirtieron en una auténtica oleada en el XIX, que fue la época en la que decenas de miles de seres humanos cruzaron el Océano Atlántico, buscando una mejora en sus formas de vida. Era la búsqueda del Edén, trataban de encontrar un mundo mucho mejor.

Y cuando analizamos las “atenciones” de hoy de los “sin papeles” y las dificultades por las que tienen que pasar, los que lograron burlar el viaje de retorno, y de alguna forma se asientan en nuestras tierras, aquellos de Europa que saltaron al continente americano no se encontraron en aquellas tierras con todo ya preparado para ellos. Sus primeros pasos fueron muy difíciles, aunque encontraran algo de lo que iban buscando: libertad y oportunidad para obtener un mayor provecho.

Esto significó que, mediante el trabajo duro y sus propias iniciativas, muchos de ellos lograron alcanzar parte de los sueños que habían tenido.

Esto mismo debemos verlo así, sueñan los que se embarcan en un cayuco y arriesgan todo, hasta su propia vida, para llegar a nuestras costas.

En su mente está asentarse donde sea, buscar un lugar al sol y ¡quien sabe! si luego después no podrán llamar a sus parientes o amigos para que sigan su mismo camino: “operación llamada”.

El punto de partida es muy similar, el punto de llegada y el desenlace final, puede tener alguna variedad, o muchas variedades, porque ese milagro económico que casi todos encontraron allí, tras haberse ido de Europa, no lo están encontrando aquí los subsaharianos que logran llegar. Son otros tiempos.

Son movimientos de la historia, a veces repeticiones, en otras ocasiones paralelismos, pero nada nuevo hay en estas oleadas que nos vienen azuzando en los últimos diez o doce años.

Ya entonces, hace muchos años se analizaba esto, con una cruda sensatez, cuando Adam Smith afirmó que “todo intercambio voluntario genera beneficios para las dos partes que intervienen en ello y que, mientras la cooperación sea estrictamente voluntaria, ningún intercambio se llevará a cabo, a menos que ambas partes obtengan con ello un beneficio”. Claro que Europa hoy no está obteniendo nada beneficioso con esto.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto