“La UGR fue la universidad más azotada por la represión
durante el franquismo”. Esta es una de las razones por las
cuales el magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar
Garzón, se ha dirigido a la Universidad de Granada para
recabar información acerca de los desaparecidos durante la
guerra civil y la dictadura en la capital granadina. Miguel
Gómez Oliver, Catedrático de Historia y vicerrector de la
UGR tiene como misión responder a la providencia del juez.
Además Gómez Oliver es uno de los artífices de que el ex
rector de la universidad del país vasco, manuel montero, sea
coordinador del curso sobre la Guerra de la Independencia
esta semana en Ceuta.
Pregunta.- ¿La Guerra de la Independencia es un episodio
suficientemente conocido por los españoles?
Respuesta.- Está desde luego en el imaginario colectivo de
los españoles por motivos propios. Acontecimientos como la
primera victoria de una nación sobre Napoleón, la batalla de
Bailén, el sitio de Zaragoza, los fusilamientos del 2 de
mayo, los nombres de Daoiz y Velarde, el teniente Ruiz,
Agustina de Aragón. Esta guerra es incluso un signo de
identidad nacional. Lo que ocurre muchas veces con estos
acontecimientos es que hace falta una excusa como son las
efemérides. Una ocasión que propicia que los especialistas
además de trabajar se pongan a divulgar esos hechos.
P.- ¿Cuál fue la participación del ceutí Jaciento Ruiz
Mendoza en esa contienda?
R.- El teniente Ruiz, como los capitanes Daoiz o Velarde son
los primeros militares profesionales que respondieron ante
el motín popular. La gente de Madrid veía como se estaban
llevando a la familia Real. Hay un levantamiento popular
espontáneo. Inmediatamente después algunas unidades del
Ejército se convocen y se alinean con el levantamiento. Así,
con muy pocos medios se lanzan a hacer frente a los
franceses. El teniente Ruiz era muy joven por aquel
entonces. Estaba convencido que llevarse a la familia Real
era acabar con la corona y por ende con la independencia.
Fue una decisión difícil ya que en aquellos tiempos muy
pocos generales podían ponerse en contra de los franceses.
P.- ¿La guerra afectó a tierras ceutíes en algún momento?
¿Cual fue la participación de Ceuta y su gente?
R.- Hay una compañía que tiene su sede en Ceuta, entonces
presidio militar, que va a participar en la Guerra de la
Independencia. Ésta se nutrió de voluntarios ceutíes, muchos
de ellos penados. Ceuta no va a tener una participación muy
importante, entre otras cosas por que el mar va a estar
bloqueado por la escuadra francesa.
P.- Dentro del ámbito de la historia, pero en tiempos más
recientes, ¿Qué opinión tiene de la Ley de Memoria Histórica
y de las últimas pesquisas del magistrado Baltasar Garzón?
R.- Como historiador no creeo que la Ley de Memoria
histórica signifique reabrir viejas heridas como se dice
desde muy diversos ámbitos. Entiendo que actuar de esta
forma es como operar con láser, no para abrir heridas sino
para anular las cicatrices que existen. Cuando sea público
el nombre de todos los represaliados de la guerra civil por
los dos bandos todos sabremos la atrocidad que fue la
guerra. Así, será más fácil evitar que un hecho como aquel
se vuelva a repetir. Una investigación de este tipo sirve
para devolver la dignidad a familias y gente que han vivido
con el estigma de no saber donde yace el cuerpo de sus
familiares, por las dos partes. ¿Por qué el énfasis en los
represaliados del bando republicano? Pues porque de ellos no
ha habido memoria histórica. No se puede hablar de mis
muertos y tus muertos, son nuestros muertos.
P.- ¿Cree que los políticos dejarán de utilizar este
asunto como arma arrojadiza?
R.- Sinceramente, no lo sé. Politizar este asunto no ayuda a
recobrar el espiritu de la transición que pregonó la
amnistía. Ojo amnistiarnos no significa amnesiarnos. La
amnistía era absolutamente necesaria para dejar paso a una
democracia estable. No se va a olvidar nunca a las familias
de los represaliados de uno y otro bando.
P.- ¿Hace suyo el dicho de que es bueno prestar atención
al pasado para no repetir errores en el futuro?
R.- No solamente lo hago mío sino que al inicio de cada una
de mis clases recuerdo a mis alumnos que una de las
funciones sociales de la historia es conocer el pasado para
entender el presente y proyectar el futuro.
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