El paso de Ceuta por la Exposición
Internacional de Zaragoza (España), que concluirá el próximo
domingo y cuyo eje temático ha sido ‘Agua y desarrollo
sostenible’, no ha podido ser enturbiado finalmente pese a
los intentos de quienes han tratado de desvirtuar su
presencia comparándola con quienes no corresponde.
Unánimemente valorada en su justa medida, no era de recibo
esperar que el espacio de la ciudad autónoma en el meando
del Ebro que ocupa el recinto de la exposición fuese
similar, ni equiparable ni comparable siquiera al de
continentes, países o comunidades autónomas que multiplican
por infinito no sólo el territorio y los recursos económicos
de la ciudad. Ceuta debía estar presente, sin duda alguna,
en un evento que ha girado bajo el amplio epígrafe de ‘Agua
y desarrollo sostenible’, subidivido además en varios
subtemas: ‘El agua, recurso escaso’; ‘El agua para la vida’;
‘Los paisajes del agua» y ‘El agua como elemento de relación
entre los pueblos». En definitiva, el agua como protagonista
del siglo XXI. Si algo es la ciudad autónoma y si por algo
se ha caracterizado en los últimos tiempos la Consejería de
Economía, Empleo y Turismo es por su esfuerzo por dar otra
imagen de Ceuta hacia el exterior, una nueva imagen de
futuro vinculada precisamente al agua y a las posibilidades
de generar alrededor de ella en sus más diversas formas una
economía próspera y sostenible. Lo que tenía que hacer,
pues, Ceuta en la Exposición Universal de Zaragoza era
simplemente trasladar ese mensaje: el de una ciudad que,
gracias a la Naturaleza y a su privilegiada situación
geográfica, está obligada a convivir con el agua y a usarla
racionalmente. Es posible que, si miramos al pasado y a lo
que sucedía en Ceuta hace treinta años, hayamos perdido la
oportunidad de ser un laboratorio social de integración de
lo que después ha vivido el resto de España. Ahora es el
momento de ser ese ejemplo en relación con el líquido
elemento. La voluntad y la disposición existe. Ahora había
que mostrarnos como tal al mundo. Y se ha hecho en la medida
de nuestras posibilidades, como debe medírsenos.
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