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Todo ha funcionado como
corresponde a una ciudad que históricamente vive, desde hace
décadas, muy cerca del permanente trasiego de hidrocarburos.
Y todo ha funcionado a la perfección desde el momento en que
una vez detectada la presencia de alquitrán en las costas
ceutíes, los que de esto saben supieron proceder
adecuadamente y no cayeron en el error de castigar y acusar
con exceso de rapidez al buque argelino ‘Tamgout’ como
responsable de la mancha de chapapote llegada a las playas
ceutíes.
Se debe reiterar la rapidez de la acción llevada a cabo por
las dos administraciones, perfectamente coordinadas
[Delegación del Gobierno, Ciudad Autónoma, Capitanía
Marítima y Autoridad Portuaria), para afrontar el serio
problema que se les podía venir encima una vez detectada la
primera mancha de hidrocarburo en las costas ceutíes.
¿Era responsable el barco retenido en la bahía?. Ya dijimos
que afirmar con rotundidad tal cosa era excesivamente
atrevido. Sin embargo los análisis del fuel cuyos resultados
se iban a conocer ayer lunes determinaban actuar con
prudencia, sobre todo, porque en un alarde de colaboración
estrecha y decidida, las empresas petroliferas ubicadas en
Ceuta: Cepsa-Atlas y Ducar habían puesto a sus técnicos a
funcionar para comprobar y repasar los cientos y cientos de
metros de tuberías que se alinean en una más que notable red
de conducción para el trasiego de combustible.
Una fuga en una tubería muerta (no utilizada) con un poro de
1 centímetro era la que venía trayendo de cabeza a los
servicios de recogida y limpieza donde Consejería de Medio
Ambiente y Autoridad Portuaria, así como otras áreas de la
Ciudad Autónoma, participaban activamente en la rápida
eliminación de residuos alquitranados para evitar mayores
problemas. Ahí se deshizo en la labor Ecoceuta.
¿Lo positivo?, sencillamente que ha quedado demostrado que
ante un problema, en potencia complicado, como el surgido
durante la pasada semana, la coordinación, la colaboración y
el buen hacer de todos los actores ha prevalecido de manera
sobresaliente para la tranquilidad de todos los ciudadanos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
