SI un día paseando por el monte ustedes se encuentra con un
grupo de vampiros y zombies supurando ketchup, no piensen
que ha llegado el ansiado Día del Juicio Final y los muertos
se levantan de sus tumbas, ni que es un grupo de pirados a
la carrera de un frenopático. No: están grabando un
largometraje en vídeo titulado Van Evil, con tal entusiasmo
que vencen la más absoluta economía de medios.
De hecho, el alma mater de Van Evil, su director, guionista
y productor, Francisco Antonio Rodríguez, en la más pura
tradición Juana de Arco, soñó un día que debía plantearse la
realización de su primera película. Lo que resulta realmente
adorable de toda esta historia es que el entusiasmo inicial
no se desvaneció en ningún momento y desde el mes de enero
llevan grabando gigas y gigas de imágenes con una pequeña
cámara de vídeo doméstica.
Ayer rodaban ya una de las últimas secuencias en un polvorín
abandonado en la zona de Valdeaguas.
- Hoy hemos grabado la pelea del malo contra el héroe -me
dice el niño que me guía hasta donde el equipo está
registrando una secuencia en la que el propio Francisco, con
lentillas de color blanco, dientes postizos de vampiro y
blandiendo una gran espada, muerde a una doncella.
Lo cierto es que el largometraje bebe de lleno de la Serie
Z, con una larga tradición de vampiros y zombies desde que
en 1968 se estrenase La noche de los muertos vivientes, todo
un clásico del género, una sanguinolienta revisión de los
códigos de los films de terror realizados hasta la fecha que
tuvo influencia en posteriores directores como David
Cronenberg, Tobe Hopper o Sam Raimi; y, por supuesto, el
ceutí Francisco Antonio Rodríguez.
- ¿Queda sangre? -pregunta el director desde un recoveco
mugriento del polvorín; y un grito procedente desde arriba
de la construcción en ruinas responde:
- Quedan cuatro botes de sangre.
Pregunto al director si no tendrá que doblar el audio,
porque están grabando directamente de la camara con sonido
ambiente.
- He querido que el audio sea todo lo más natural posible
-responde, cuando ambos sabemos que es que no hay
micrófonos. El presupuesto manda.
¿Y el montaje?
- Es una locura -reconoce-, pero vamos consiguiendo
ensamblar toda la gran cantidad de imágenes que vamos
rodando.
Su entusiasmo y el de su equipo lo vence todo; y el director
me dice que tiene intención de estrenar en el Parque
Marítimo del Mediterráneo el día 20 de septiembre. Y yo le
creo. Si todo el mundo fuese tan entusiasta, sin duda que el
mundo sería un lugar más excitante.
No sé ustedes, pero yo no me pienso perder el estreno de Van
Evil y espero que se convierta en una obra de culto o una
franquicia que ponga a Ceuta en el mapa de la Serie Z.
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