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Ceuta se presentó ayer como ciudad
y dio a conocer su modelo hídrico ante España y el mundo
entero en el marco de la Exposición Universal de Zaragoza.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, encabezó la
delegación caballa que ayer, justo en la misma jornada en
que Italia celebraba su ‘Día Nacional’ en la exposición,
conmemoraba con diversos actos el Día de Ceuta en la
muestra.
La delegación ceutí no se ha sentido extraña en Zaragoza. Y
no ha estado sóla. Ceuta y Zaragoza mantienen una
incuestionable relación que, si bien no muchos la conocen,
es evidente que de algún modo ambas ciudades han cruzado sus
caminos, fundamentalmente por las personas que han hallado
en estas dos ciudades dos lugares donde destacar por una u
otra razón.
Amen de las circusntancias parejas de antiguas dominaciones
romanas, visigodas o andalusíes, común con una amplísima
parte del territorio nacional, las dos ciudades han
enmarcado lo que, por espíritu, cariño, afecto y devoción,
les mantienen unidos.
Desde el teniente Jacinto Ruiz Mendoza, ilustre héroe ceutí
en famoso 2 de mayo, pasando por Agustina de Aragón que
encontró en Ceuta su último lugar de residencia donde apagó
finalmente sus días, hasta Nayim que nacido en esta Ciudad
Autónoma estaba destinado a elevar hasta el cielo la pasión
maña futbolera por ser el autor del muy histórico gol que
anotado en el último minuto y desde el medio campo, sirvió
para que el Real Zaragoza levantase el trofeo de la Recopa
de Europa un 10 de mayo de 1995. Hecho éste que sirvió para
que Nayim fuese homenajeado justamente en la Expo Universal,
en Zaragoza y como consecuencia de la celebración del Día de
Ceuta.
Pero la relación más intrísinsecamente ceutí es el motivo y
leiv motiv de esta Exposición... el agua. El hecho de que la
ciudad esté rodeada de mar que sirve no sólo de aporte vital
para el consumo humano tras su tratamiento desalinizador,
sino que marca su paisaje e, incluso, como defendió Vivas,
marca su propio estado de ánimo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
