La Ciudad Autónoma con sus
mecanismos y la aportación de incuestionable valía de
Ecoceuta ha estado presta en atender con prontitud y
diligencia la llegada de una mancha más que notable de
alquitrán o chapapote que ha llegado a las costas ceutíes,
merced al impenitente Poniente que ha acercado hasta las
playas de la bahía Norte alguna que otra tonelada (entre 7 y
10) de mancha y suciedad. Pero el hecho de que esta llegada
de hidrocarburos haya coincidido con la presencia del buque
de pabellón argelino ‘Tamgout’ con numerosas deficiencias
técnicas ¿significaría que es el responsable de este
episodio en las costas de nuestra bahía? (por cierto en San
Amaro se han apreciado también manchas). No podríamos
atrevernos a afirmar tal cosa con tanta alegría, sobre todo
cuando los propios técnicos encargados de analizar la
composición del fuel oil de los tanques del buque para
compararlo con lo recogido en nuestras playas, no se atreven
a confirmar con tanta rotundidad tal hecho.
Será el lunes cuando las pruebas analíticas lleguen y pueda
conocerse con exactitud si el barco es o no el responsable
de este vertido. Hasta entonces sólo cabe esperar sabiendo
que las medidas adoptadas son las adecuadas. El barco
argelino ha sido sancionado por sus deficiencias técnicas
evidentes que ya traía de origen tras la inspección de
Capitanía. Y se le ha impuesto el pago de una fianza de
120.000 euros de modo preventivo por si fuese, además, el
responsable de estos vertidos que han enngrecido parte de la
costa caballa.
Entre tanto los equipos de actuación, perfectamente
coordinados, no han cesado en su trabajo afrontando una
situación extraordinaria con una actitud y profesionalidad
digna de encomio. La nave de Ecoceuta da cuenta del trabajo
bien hecho por una empresa ceutí que aún hoy continúa su
labor para superar con creces el complicado examen al que se
le ha sometido merced a este infame chapapote que ha sido
atacado formidablemente minimizando de manera sobresaliente
los efectos dañinos de semejante negra presencia.
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