El senador marroquí y presidente de la Comisión de Amistad
de los Senados de España y Marruecos, Yahya Yahya, denunció
ayer que sus derechos como parlamentario "han sido
pisoteados" durante el proceso judicial del que fue objeto
el mes pasado en Italia, donde un tribunal le condenó a dos
años y seis meses de prisión por delitos de lesiones y
resistencia a oficiales públicos. Asimismo, prometió que
seguirá luchando por la “devolución” de Ceuta y Melilla a
Marruecos.
El senador marroquí y presidente de la Comisión de Amistad
de los Senados de España y Marruecos, Yahya Yahya, denunció
ayer que sus derechos como parlamentario "han sido
pisoteados" durante el proceso judicial del que fue objeto
el mes pasado en Italia, donde un tribunal le condenó a dos
años y seis meses de prisión por delitos de lesiones y
resistencia a oficiales públicos.
Asimismo, prometió que seguirá luchando por la “devolución”
de Ceuta y Melilla a Marruecos tras su puesta en libertad,
que le ha permitido regresar el pasado 28 de agosto a Rabat.
En opinión del senador marroquí, que se encuentra de regreso
en su país desde la semana pasada, el juicio que se siguió
contra él en Italia "se llevó a cabo en condiciones poco
claras, con un procedimiento de urgencia que podemos decir
que es dudoso y de mala fe".
"Yo me pregunto si no he sido víctima de una conexión entre
algunos países europeos", añadió en un comunicado el
senador, nacido y afincado en Melilla, retomando el
argumento esgrimido en su momento por la Asociación Sáhara
Marroquí (ASM) y su propia familia, que consideraron que
Yahya había caído en Roma "en una trampa" de los servicios
secretos de España en colaboración con sus homólogos
italianos por postura a favor de la marroquinidad de Ceuta y
Melilla.
Finalmente hay que destacar que en opinión de Yahya, "el
patriotismo es siempre un precio, precio que nunca se sabe
cómo vamos a pagar por él, ni dónde ni cuándo, ni mucho
menos qué vamos a pagar".
En este sentido, el senador marroquí, Yahya Yahya aseguró
que su "batalla contra la ocupación de Ceuta y Melilla y
otros enclaves nunca cesará mientras siga vivo, a pesar de
todos los medios de presión y chantaje que pueden ejercer
sobre mí".
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