El aviso y el estado de alerta ante la contaminación por
hidrocarburos en el litoral de San Amaro comenzaba el
martes, coincidiendo con la celebración del día de la
autonomía de Ceuta.
El miércoles parecía estar todo bajo control pero por la
tarde regresaban las manchas contaminantes, que fueron
erradicadas durante la jornada del jueves. Y en el día de
ayer, se recogían las últimas piedras que alcanzaban la
orilla de San Amaro y se realizaban los reconocimientos en
lanchas por si aparecían nuevas muestras en los aledaños. En
total unas treinta cajas de hidrocarburos serán desplazadas
a la península la semana próxima. “Cada jaula alberga una
capacidad de un metro cúbico. Las transportamos hasta la
sede de Ecoceuta donde son cerradas herméticamente y
etiquetadas. Y lo último, el envío a la península hasta su
destino final, Córdoba”, explicó ayer Francisco García
Castañeda, gerente de Ecoceuta. Doce han sido los
trabajadores de Ecoceuta que han participado en el operativo
de limpieza, recogida, almacenamiento y transporte de los
hidrocarburos. “Estamos desbordados de trabajo aunque
esperamos que en un par de días esté todo listo. Los
primeros días, sobretodo, hemos empezado a las seis y media
de la mañana y no hemos parado hasta la madrugada,
alcanzando prácticamente las 18 horas de trabajo”, confesó
García Castañeda.
Para la recogida de residuos se han utilizado, entre otros
materiales, unas toallas absorventes de hidrocarburo
transportadas en las cuatro embarcaciones que se han
desplazado a unos 100 metros de la orilla para detectar las
manchas más alejadas, ya que “ha sido el primer caso en el
que residuos contaminantes han llegado hasta la playa,
aunque podría haber sido peor si hubiera ocurrido en la
Ribera, por la tierra y la escasez de rocas que se dan en
esa playa”, confesó Francisco García Castañeda, gerente de
Ecoceuta. Durante la jornada de ayer, sólo cinco fueron los
operarios que se encargaron de retirar los últimos restos de
fuel en la orilla de la playa de San Amaro. La mayoría,
pequeñas piedras y rocas lo suficientemente manchadas para
impregnar de residuo los guantes de los trabajadores.
|