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OPINIÓN - JUEVES, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Antonio Benítez Bautista
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

A finales del pasado año, yo tuve la oportunidad de entrevistar a este “joven – veterano” de la joyería de Ceuta, y en la larga conversación que mantuvimos pude comprobar que, aun habiendo nacido en Andalucía, él se sentía ceutí por los cuatro costados.

Y se siente ceutí o, mejor dicho, vive lo ceutí no con palabras, sino con hechos, por cuanto él conserva y conservará en Ceuta todo lo que tiene, en vez de haber “hecho las maletas” y haberse ido a cualquier otro sitio más rentable, para sus establecimientos de joyería, cuando a Ceuta llegaron las “vacas flacas”.

Al haber sido galardonado con la medalla de la autonomía, creo que se ha hecho justicia en quien no sólo de palabra, sino de hecho, ha conseguido que el nombre de Ceuta sea un poco más conocido, desde su profesión y desde sus establecimientos.

El martes, en torno al mediodía, me encontré con Antonio Benítez que paseaba con un cuñado suyo, venido desde Cataluña para acompañarle, también, en ese momento tan ilusionante, al recibir la medalla.

Estaba contento, casi emocionado, y creo que él y su familia, han valorado esta distinción como pocas personas podrían valorarla, porque ven en ella ese reconocimiento a toda la labor y a toda la entrega de muchos años, en esta ciudad, en la que él ha vivido los momentos más oscuros, los días gloriosos con miles de visitantes desde el otro lado del estrecho, y en la que está viviendo esta época, que parece estar situada en “terreno de nadie” por cuanto a la población local se unen algunos otros visitantes, procedentes de más allá de la frontera, y que en muchos aspectos son los que sostienen parte del comercio de Ceuta.

En otra entrevista reciente, concretamente publicada el día 2 de septiembre, Antonio Benítez Bautista analiza el comercio de hoy y el de aquellos años de más movimiento de clientes, con un tino y una exactitud totales:” Antes vendíamos cosas de menos valor. Ahora se venden más relojes de marca. Aun así se nota la crisis comercial que hay”, para seguir más adelante:” Tuvimos unos años muy buenos. Ceuta tenía cosas que no se encontraban en la península...”.

Eran dos pinceladas puestas en su justo sitio y que resumían dos épocas completamente diferentes, muy distintas la una de la otra y muy a tono con lo que fue el final de siglo para Ceuta, y con lo que está siendo el comienzo del siglo XXI, del que todavía no hemos pasado de su “niñez”, y no se sabe bien lo que nos aportará en el futuro.

Claro está que este diseño, en dos pinceladas por parte de quien vivió y vive los entresijos del comercio, de verdad, de Ceuta, debe ser tenido en cuenta y no verlo como simples palabras huecas y sin más.

No es este el caso, las palabras de Antonio Benítez Bautista son, un poco, la ley de oro de lo que ha sido el trabajo en el comercio de una Ceuta que siempre tuvo su personalidad, en las épocas de muchas ventas o en momentos en los que es poca la clientela de fuera..

Tengo que terminar mi columna felicitando a la Ciudad Autónoma, por haber tenido el tacto y el tino de fijarse en un ceutí de verdad, aun habiendo nacido fuera de aquí, pero que alguien de fuera, tras asentarse en Ceuta, prefiera mantener aquí su fortuna antes de hacerla emigrar, bien merece esa condecoración.
 

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