PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - JUEVES, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Garzón: hay una columna para ti
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Con la soberbia hemos topado; la presunta incompetencia; también la vanidad. Y el oportunismo político a dos bandas: porque la hambruna de protagonismo del antiguo “juez estrella” (últimamente con el brillo apagado), su señoría Baltasar Garzón, coincide ahora con una gravísima crisis económica en la que ya despunta el fantasma de la recesión, viéndose en España acentuada por problemas estructurales de nuestra economía, la torpeza del conjunto de la clase política al “vendernos” cierta idea de Europa y, por si fuera poco, la cegata negativa del Presidente de éstas tierras que todavía se llaman España a reconocer y asumir la situación. No pierda el lector de vista el contexto: es decir, la última “garzonada” (inútil por lo demás jurídicamente hablando) de pretender juzgar los crímenes de la Guerra Civil cometidos por uno solo de los bandos enfrentados le viene como anillo al dedo al acosado Gobierno de Rodríguez Zapatero para, utilizándola como capote, intentar “torear” el angustioso drama social en el que ya se ven inmersas miles de familias españolas, burlando con pases de muleta la lluvia de críticas al Ejecutivo que no tardarán en caer hasta convertirse en diluvio, mientras desde La Moncloa tocan a rebato para convocar a sus huestes. La táctica, demagógica, sucia y artera, es vieja.

Roto unilateralmente el consenso de la Transición, con el país dividido y, en el exterior, una progresiva e inquietante pérdida de proyección y prestigio, la última “garzonada” de un juez con complejo de estrella no está haciendo sino reabrir viejas y dolorosas cicatrices en la memoria histórica de todo un pueblo. ¿Qué familia no ha sufrido caídos, guerreando quizás hasta hermanos en los dos bandos peleados en cainita lucha?; ¿quiénes tienen empeño en reabrir viejas heridas; ¿por qué…?; ¿”Qui prodest”?, en definitiva.

Suscribo íntegramente el editorial de “El Mundo” del pasado martes 2, aunque no sintiendo luego el “estupor” de su valioso director. ¿Acaso Pedro J. Ramírez no conoce, a estas alturas, el país en el que escribe…?. Vivimos tiempos sombríos, en los que se vislumbra desde el poder un intento de recorte de las libertades (para unos) paralelo a una indecente pasividad ante el libertinaje (para otros); la Constitución es papel mojado y desde hace un tiempo (lo digo fuerte y claro), ¡no todos los españoles somos ya iguales ante la ley!. En el presente fangal y con un país encanallado, suicida y sin pulso, sufrimos ahora las consecuencias de aquél “asesinato virtual” de Montesquieu perpetrado en Las Cortes por los putativos Padres de la Patria, que tanta gracia le hizo en su momento a un histórico parlamentario metido a “cocinero” (otro “servía” la mesa) monclovita. La escabrosa colusión en nuestro país entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, lastra y prostituye el ejercicio de la democracia, denigrando un sistema político del que, incauta y falsamente, tan orgullosos estamos. Ante escándalos corporativos como el reciente de sus respetables señorías, los jueces instructores de la Audiencia Nacional pidiendo al CGPJ que actúe contra el editorial de “El Mundo” amparando con ello la “truculenta garzonada” (sic) del juez Baltasar, ciertas actuaciones de la Justicia española parecen devenir en un obsceno cachondeo, mientras que una parte de los jueces se esfuerzan en ser, créanme, realmente incorruptibles: ¡no veo la forma de obligarles a impartir justicia!.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto