Con un agradable cóctel de
agradecimiento el presidente de la Junta de Andalucía puso
ayer oficialmente el punto final a su estancia en Ceuta tras
cuarenta y ocho horas preñadas de encuentros y visitas que,
además de para lo político, lo institucional y lo económico
han servido para refrendar con hechos la evidente cercanía
que existe entre Andalucía y la ciudad autónoma, que según
dijo ayer el presidente Vivas casi podrían tratarse como si
de un hermano mayor y uno pequeño se tratara. Los últimos
tres días, si se cuenta desde el momento en que se inauguró,
el mediodía del lunes, la exposición de turismo y productos
típicos andaluces, han puesto de manifiesto lo mucho que se
ha volcado la Junta de Andalucía con este evento, al que los
caballos de la Real Escuela de Arte Ecuestre de Jerez de la
Frontera puso a última hora de la tarde de ayer un broche de
oro. En este tipo de cosas el dinero es lo menos importante,
pero basta comprobar cuánto cuesta una entrada para ver un
espectáculo como el ofrecido en el Parque Urbano Juan Carlos
I de forma gratuita para constatar el cariño con que el
presidente del Gobierno andaluz y todo su equipo prepararon
y desarrollaron su participación en los actos del Día de
Ceuta y la firma del protocolo que ayer suscribió con el
presidente Vivas para poner marco a la cooperación y ayuda
que la comunidad vecina se ha comprometido a mantener en el
futuro con esta ciudad. La Administración ceutí tampoco ha
sido menos en lo que a capacidad, altura de miras y
comportamiento exquisitamente institucional se refiere. Ni
durante un segundo se ha notado que Vivas y Chaves formen
parte destacada de cada uno de los dos grandes partidos de
la Nación y, muy al contrario, los dos han parecido siempre
más preocupados por trabajar para darle el mayor bienestar a
sus ciudadanos que por la disputa partidista. Ahora serán
sus colaboradores más cercanos quienes deban llenar de
contenido el continente al que se ha dado forma estos días.
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