Fue la moda en su día y ahora ha
quedado, en la mayor parte de las comunidades autonómicas,
como un día en el que es fiesta laboral y poco más.
La puesta en práctica de ese invento autonómico de Adolfo
Suárez que él dejó sin terminar y los que le han sucedido no
han sido capaces de poner en un orden indiscutible, hizo que
en sus primeros años empezaran siendo algo especial que
rompía con las tradiciones y festividades del antiguo
régimen, y que en muchos lugares se convirtieron en días
reivindicativos de ese algo que cada uno quiere ver en su
comunidad.
Al final, han ido pasando los años y en ese día de la
comunidad autonómica la mayor parte del personal sale de su
propia comunidad, bien para ir de compras a las región más
cercana, o para acercarse a la playa o a la montaña, según
lo que no haya en su tierra.
Poco más encontramos en esta fiesta postiza y política si
acaso. Y no me estoy refiriendo a Ceuta únicamente, puedo
comenzar por Castilla León, la tierra donde nací y en ese 23
de abril lo que se está festejando o reivindicando es ese
conflicto que sucedió en Villalar de los Comuneros y que
terminó con la derrota del movimiento comunero de Castilla.
Ni que decir tiene que ese día en las tierras castellanas no
dice nada salvo a los políticos o a los que lo quieren ser.
Y si saltamos el estrecho y nos colocamos en Ceuta, que es
donde estamos, quitando para algunos políticos, no para
todos, este día dos de septiembre, ni un 10% sabría
encuadrarlo en algo que haya representado un elemento
decisivo para la Ciudad.
Con todo, dejémoslo como está, aunque mirándolo bien, la
fecha para lo único que viene bien es para galardonar a
ciertas personas que se han distinguido por algo, para
dejarse ver, en mejor armonía, aunque sea por unos momentos,
a los políticos, y para que los chavales que se tienen que
examinar en septiembre tengan un día más, para aprovechar lo
que la playa no les dejó aprovechar en todo el mes de julio
y agosto.
Veo, también, que aprovechando esta fiesta las relaciones de
Ceuta y de Andalucía, que no debe ser de otra forma, van a
estrecharse mucho más. Eso me parece fenomenal, claro que si
la cosa hubiera ido en serio, y como en su día hubo quien
pretendía que tanto Ceuta como Melilla hubieran formado
parte de la comunidad andaluza, a lo mejor, esas buenas
relaciones Ceuta- Andalucía no eran así.
Sea como sea, lo que sería digno de tener siempre presente
es que la fiesta de cada una de las comunidades
representara, de verdad, la aclaración y la defensa de las
verdaderas razones de existir de cada una de ellas.
Además, en vez de cada una festejarlo en días diferentes
sería mejor para todas que en una fecha determinada, fuera
el día de las comunidades autónomas, pudiendo
intercambiarse, premios, honores, visitas y demás, en vez de
ser como se está llevando a cabo, que parece que cada uno
quiere guardar su “corralito” con los problemas, de todo
tipo, pero muy especialmente comerciales que se dan al
“emigrar” el día de la fiesta esa a otra comunidad que como
día normal y corriente que es allí, podrá utilizar los
comercios que en su propio pueblo, ese día tiene cerrados.
Un año más Ceuta celebró su día autonómico, no sé si
realmente ha sido rentable.
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