La Carta Arqueológica Subacuática de Ceuta es uno de los
proyectos pioneros en este ámbito realizado en España. Sólo
se ha completado en Cataluña, y en Andalucía y Valencia aún
se está completando. Los estudios realizados por la empresa
malagueña han dado como resultado el hallazgo de al menos
cinco pecios, según la información publicada por La Gaceta
de los Negocios. La carta ayudará a designar polígonos de
protección para proteger el patrimonio encontrado.
Consignar el patrimonio sumergido de la ciudad. Ése ha sido
el objetivo del desarrollo de la Carta Arqueológica
Subacuática de Ceuta, el segundo estudio completado en
España en este área tras la iniciativa adoptada en Cataluña.
La Consejería de Cultura encargó el proyecto a la empresa
Nerea que comenzó el pasado otoño a hacer trabajos de
archivo y entregó el resultado el 22 de agosto en las
oficinas de Patrimonio tras ocho meses de labores de campo y
completar los estudios de geofísica submarina.
Parte de los resultados obtenidos se han publicado en La
Gaceta de los Negocios. En la carta se registran al menos el
hallazgo de cinco nuevos pecios: dos de época moderna, cuya
procedencia aún se debe determinar, los vapores Velita y
Maria Antonieta, datados en el siglo XIX, y un carbonero de
principios de la pasada centuria. Estos datos se completarán
cuando la Consejería de Cultura estime oportuno ofrecer
todos los resultados obtenidos.
Los estudios partieron de una Carta de Riesgo, que marcaba
24 áreas potencialmente arqueológicas basadas en rumores y
estudios anteriores como los realizados por Juan Bravo. Ya
se conocía la existencia de dos navíos franceses L´Assure y
Le Sage que naufragaron en 1692 en los islotes de Santa
Catalina.
Objeto de la carta
La carta servirá para determinar polígonos y áreas de
protección jurídica del patrimonio encontrado por los
antiguos y el nuevo estudio lo que posibilitará la
intevención y la protección por parte del Servicio Marítimo
y de los Grupos de Actividades Subacuáticas (GEAS).
Otro de los motivos por los que se elabora este tipo de
estudios es para que sirvan de base a los informes de
impacto ambiental en proyectos como la regeneración de las
playas o el dragado de los puertos. La obras realizadas en
el litoral suponen el mayor peligro para el patrimonio
sumergido. Finalmente, los hallazgos de pecios tienen un
particular interés histórico ya que los navíos suelen
suponer la representación científica más avanzada de su
tiempo.
La Consejería de Cultura anunció el proyecto de construir un
museo que abarque el patrimonio subacuático de la ciudad. La
iniciativa añadiría los hallazgos que ya adornan otros
museos, como el del Revellín, junto con los nuevos
descubrimientos.
La situación geográfica de la ciudad, anclado entre dos
mares y dos continentes y residencia de los principales
pueblos marineros de la antigüedad, ha dado “resultados muy
interesantes y que dan pie a futuros trabajos de
investigación ” según afirmó a este periódico hace algo
menos de un mes el arqueológo de Nerea, Javier Noriega.
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