La presencia de los musulmanes en Europa puede contribuir a
la transformación del pensamiento islámico. Con las nuevas
generaciones se irá planteando paulatinamente la necesidad
de crear un Islam autóctono. Los jóvenes crean las
condiciones de otra cultura islámica europea a través del
uso del discurso islámico universal que nace a partir del
encuentro entre el mensaje religioso y el contexto español,
inglés, francés…
Para Olivier Roy, el discurso teológico islámico en Europa
todavía no tiene en cuenta estas innovaciones culturales,
pero ya se pueden constatar los inicios de una renovación de
la reflexión teológica suscitada por la instalación del
Islam en Europa (12) .
En general, se plantean dos enfoques diferentes: de un lado,
los partidarios de una adaptación del fiqh (la
jurisprudencia islámica) en función del contexto de las
sociedades europeas, de otro, los defensores de una visión
dinámica y global, que haga evolucionar la teología islámica
en su conjunto, y por extensión, las sociedades musulmanas.
El primer enfoque estaría representado por el Consejo
Europeo de la Fatwa. Este Consejo se encarga de elaborar
unas opiniones jurídicas sobre las cuestiones que afectan a
los musulmanes en Europa (el matrimonio, la herencia, el
divorcio, la sociedad de consumo, etc.).
El segundo, cuyo máximo exponente es Tariq Ramadan, defiende
un enfoque universalista. En su libro Les Musulmans
d’Occident et l’avenir de l’Islam establece las bases de una
identidad musulmana europea. Ramadan piensa que es necesario
que las nuevas generaciones elaboren una reflexión sobre los
fundamentos religiosos y éticos, así como sobre su arraigo
en las sociedades secularizadas.
Para ello, se debe estudiar por un lado las fuentes
islámicas, ya que de esta manera se podrá llevar a cabo una
nueva lectura adaptada a la época actual, y por otro, se
tiene que elaborar un marco de referencia que ofrezca a los
ciudadanos musulmanes los medios para vivir e implicarse
satisfactoriamente en las sociedades en las que viven.
Ramadan rechaza el “enfoque binario” que contiene, según él,
la noción de minoría, porque cree que lleva implícita la
idea de que hay una oposición entre “ellos y nosotros”. De
ahí su crítica al enfoque de la “sharía de la minoría”.
En cambio, los defensores del fiqh europeo creen que el
planteamiento de Ramadan puede llevar a una visión
maximalista e incluso totalizadora del Islam. En cualquier
caso ambos tienen en común la necesidad de contextualizar el
Islam en el terreno europeo.
En España, el trabajo activo de los musulmanes conversos
desempeña un papel importante en la creación de un Islam
español y más concretamente la labor de Junta Islámica,
asociación que se creó en 1989 que fue la promotora de la
firma del Acuerdo de Cooperación con el Estado. Según Mansur
Escudero, presidente de la asociación, “el Islam, siendo el
camino espiritual que sigue una quinta parte de la
humanidad, no puede quedar encorsetado por elementos
culturales o políticos.
La espiritualidad
Es el momento de destacar la espiritualidad como un elemento
positivo en el desarrollo del ser humano, poniendo el acento
en valores coránicos universales como son la generosidad, la
hospitalidad, la solidaridad, el amor al bien y a la
belleza, en el marco del pleno respeto a todas las creencias
y culturas”. Esta declaración de principios plantea la
visión de los musulmanes españoles para los que el Islam
tiene que ver con una ética y una búsqueda de
espiritualidad.
A modo de conclusión, podemos decir que a pesar de los
conflictos y las tensiones, los jóvenes musulmanes españoles
reivindican cada vez más su derecho a tener varias
identidades.
Hasta ahora, tanto los estudios sociológicos como las
percepciones sobre los jóvenes musulmanes en España tienen
que ver con el fenómeno migratorio pero las nuevas
generaciones van a plantear nuevos desafíos e interrogantes,
como ya está pasando en otros países europeos.
Al contrario de lo que afirman los discursos dominantes, que
dan por hecho que hay una contradicción radical entre el
Islam y la ciudadanía, vemos que no sólo su articulación es
posible sino que ya está en proceso de construcción.La
reinterpretación del Islam por parte de las nuevas
generaciones se articula con la ciudadanía europea y además
se ha convertido en una fuente de activación, tanto por la
lealtad nacional, el respeto por la ley como por la
integración paulatina de los jóvenes musulmanes en las
sociedades democráticas.
*Extracto de ‘El papel de los jóvenes musulmanes en la
transformación del Islam’, publicado originalmente en número
80 de la ‘Revista de Juventud’
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