No “tan callando”, como diría
Manrique; la muerte se llevó el pasado miércoles 20 de
agosto, entre golpes y fuego, bramando, a un buen puñado de
pasajeros en el aeropuerto de Barajas, frenando en seco
ilusiones y esperanzas. “¡Siste, viator!” (Detente,
viajero), gritó inclemente Caronte desde la laguna Estigia a
bordo de su barca. ¡Ay!, “La desgracia no es para los que
mueren, sino para los que se quedan”, escribió agudamente
Epicuro. Y en Gijón, a escasa distancia del limonero de casa
bajo cuya sombra acostumbro a escribir más de una línea,
ayer a las 9.30 de la mañana un estampido anunciaba el fatal
fallecimiento de una joven veinteañera en la cercana
parroquia de San Martín de Huerces durante la preparación de
las fiestas de San Agustín, por cierto un obispo africano
(de Hipona, Cartago, en la actual Túnez) cuya onomástica del
día 28 se festeja en estas tierras norteñas (es la Fiesta
Mayor de Avilés): “Sit tibi terra levis”; ¡Que la tierra te
sea leve!, Andrea.
En Marruecos, Mohamed VI continuó impulsando obras y
proyectos en el norte del país convirtiendo de hecho a
Tetuán, novia de la yebala y Blanca Paloma del Dersa,
antigua capital del Protectorado español, en la capital
estival del Reino compitiendo con la afrancesada Rabat.
Destacaría también en el vecino país el desmantelamiento,
durante el mes de agosto, de una nueva célula del yihadismo
salafista ligada, al parecer, al “holding” terrorista de
“Al-Qaïda” (La Base) y con un nombre de guerra que maldita
gracia tiene: “Fath Al-Andalus” (Entrada o Apertura de Al-Andalus);
¿a ustedes cómo les suena..?; ¿y qué tal les queda el
cuerpo?. Respecto a Ceuta la Africana, adelantada de España
en el Maghreb, apunta su futuro de la mano del Alcalde (sí,
Presidente también) Juan Vivas junto a esa Andalucía de la
que nunca, administrativamente, debió separarse. El lector
asiduo quizás recuerde ahora alguna de mis cantinelas. Falta
por ver cómo se materializa el asunto y si no va quedar en
plan florero, solo para asuntos folklóricos aunque, ojo
avizor y con vista larga, Vivas ya ha adelantado que el
ejecutivo ceutí que preside asume la responsabilidad de dar
contenido al protocolo que firmará, la próxima semana, con
la Junta de Andalucía y que, a mi juicio, debería
extrapolarse a la hermana ciudad de Melilla.
Respecto a la “Breve Historia de Marruecos” que empezamos el
1 de agosto advierta el lector su continuidad, día a día, en
otra de las páginas de este periódico suyo y mío (es un
decir) hasta su conclusión, prevista a lo largo de octubre
más o menos. Agradezco desde las presentes líneas su
acogida, así como los matices y observaciones que algunos de
ustedes (vecinos de uno y otro lado de la frontera de El
Tarajal) tienen a bien remitirme vía correo electrónico.
¡Gracias amigos!; “¡chukram jais!”; ”¡todarabá javerim!”. Me
temo que, saliendo ya de Asturias Patria Querida voy a
perderme la sensual explosión colorista del otoño, las
brumas cabalgando por pastos y riscos, peñas arriba, junto
al fresco y limpio olor a lluvia y hierba mojada. En
compensación la “yebala”, seca tras el tórrido verano
africano volverá a vestirse, con las primeras lluvias, de
verde y puede que al finalizar el año, con el invierno, el
macizo del Gorghes (próximo a Tetuán) y el “yebel” Kelti
engalanen sus altivas cumbres con un fresco manto de nieve.
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