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					Tres minutos. Eso fue lo que necesitó la AD Ceuta en su 
					visita a Linarejos para dejar claro, en un duelo que terminó 
					apuntándose por tres a cero, que no se iba a dejar 
					sorprender en su debut liguero. Sobre todo teniendo en 
					cuenta la profunda crisis extradeportiva que azota la 
					entidad azulilla, y que les cubría con la piel de cordero. 
					Una circunstancia por la que Benigno Sánchez evitó cualquier 
					tipo de confianzas entre los suyos, dejando fuera de la 
					convocatoria a Lledó y del once inicial a Fran Amado. 
					Sorpresas con las que mandó un aviso para navegantes, 
					demostrando que, como dijo en la previa, ´no se iba a casar 
					con nadie´. De esa manera, salvo la entrada de Javi Martínez 
					bajo palos y de Elvis como hombre más adelantado, el equipo 
					fue el esperado con Sergio Castaño en la posición de lateral 
					derecho en lugar del sancionado Aníbal. 
					 
					Un planteamiento que motivó que los ceutíes salieran 
					enchufados desde el principio. Tanto que, cuando todavía 
					retumbaba el pitido inicial en los oidos del público 
					asistente, Txiki aprovechó para poner a prueba a Moso tras 
					recoger un pase de De Lerma a la espalda a la defensa. Un De 
					Lerma que acto seguido robó un balón, avanzó hasta la 
					frontal y de tiro ajustado batió a un Moso que llegó a rozar 
					el esférico antes de alojarse en las mallas. Con lo que 
					subiría al marcador un primer tanto que daría tranquilidad a 
					los caballas, y cierto nerviosismo al cuadro linarense. 
					 
					Viéndose superados por los visitantes el técnico minero, 
					Gabriel Cañete ´Gabi´, daba instrucciones a los suyos para 
					irse arriba. Intentos que llegaban por el costado izquierdo, 
					pero que se topaban con un ordenado Ceuta. Así las cosas el 
					único recurso que les quedaría sería el de las acciones a 
					balón parado. Como por ejemplo, en la falta botada por Chico 
					desde la frontal que se estrelló en la barrera. 
					 
					Pasado el primer cuarto de hora los ceutíes se echaron atrás 
					con la consigna de incrementar su ventaja a la contra. Algo 
					que pudo haber hecho Txiki, en caso de empalar a puerta un 
					balón peinado por Anxo. Aunque mucho más clara sería la 
					doble oportunidad que tuvieron los ceutíes, al rematar 
					primero Elvis de cabeza un balón que despejó Moso y que 
					posteriormente fue rematado desde la frontal por Álvaro, que 
					obligó al arquero azulillo a estirarse.  
					 
					El segundo tanto planeaba en el ambiente y pudo llegar a la 
					media hora de juego, en caso de haber aprovechado algún 
					jugador ceutí un balón suelto en el área pequeña a la salida 
					de un córner. Pero nada. Los minutos pasaban y los blancos 
					-que ayer jugaron de amarillo- no eran capaces de 
					materializar ninguna más de sus ocasiones, exponiéndose a 
					que le sonriera la fortuna a los azulillos. 
					 
					Siguiendo el mismo guión, y mientras los linareses seguían 
					confiando sus opciones a la estrategia, los ceutíes seguían 
					a lo suyo intentando sorprender en velocidad. Como en la 
					acción de Anxo cuyo disparo salió directamente fuera. El 
					mismo destino que el nuevo libre directo botado por Chico 
					desde la frontal para los andaluces, tras el que concluiría 
					el primer tiempo. 
					 
					Cuando el Linares dio muestras de ser capaz de empatar el 
					encuentro fue en la reanudación. Y es que los azulillos 
					saltaron al terreno de juego más mentalizados, logrando por 
					mediación de Dani Bouzas inquietar la meta de Javi Martínez 
					gracias a un disparo lejano que se estrelló en el lateral de 
					la red. Un acercamiento que les hizo creer en sus 
					posibilidades, y les alentó a mantener un ritmo superior al 
					que se podía preveer para un equipo que no ha hecho 
					pretemporada.  
					 
					Para evitar que decayera la dinámica, el entrenador local 
					movió el banquillo dando entrada a hombres de ataque. Una 
					decisión que imitó Benigno Sánchez, introduciendo a Fran 
					Amado por Elvis. 
					 
					Los linarenses seguían a lo suyo a base de arreones. Como el 
					que propiciara Cidoncha al peinar al segundo palo un 
					esférico al que no llegó Montiel por centímetros. Pero el 
					Ceuta no estaba dispuesto a dejarse sorprender como dejó 
					claro Alberto, quien estrelló en la madera una falta sacada 
					desde el borde del área. Un aviso que se consumó instantes 
					después cuando Fran Amado controlóo un balón largo, levantó 
					la cabeza y de vaselina la elevó sobre un Moso que estaba a 
					media salida. Un tanto con el que se ampliaban diferencias y 
					servía al ariete algecireño para reivindicarse en los apenas 
					diez minutos que llevaba sobre el terreno de juego. 
					 
					A partir de ahí el encuentro se rompió y, sin ningún tipo de 
					orden, el Linares sufría sobre el verde. Lo que provocó que 
					Moso tuviera que salir prácticamente al centro del campo 
					para realizar un mal despeje que llegaría a las botas de De 
					Lerma. Este, a sabiendas de que no había portero y con toda 
					la tranquilidad del mundo, avanzó y con pierna izquierda 
					puso el tercero y el segundo de su cuenta. Todo para 
					rubricar un partido práctico de un Ceuta que salió enchufado 
					desde el primer momento. 
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