Paralelamente a los miles de extranjeros que cruzan en estas
fechas el Estrecho para regresar a sus trabajos europeos, se
produce, unas decenas de metros más arriba, la
intensificación de uno de los hechos más relevantees de la
fauna de Ceuta: la migración de las aves a tierras
norteafricanas en busca de temperaturas más amables.
Los movimientos migratorios de aves se produce desde el
comienzo del verano y se alarga hasta prácticamente fechas
navideñas. Pero es en los meses de septiembre y octubre
cuando se acrecienta el flujo. “Ahora es época de las aves
planeadoras y rapaces como el milano negro, el halcón
abejero o las águilas calzadas y culebreras” explicó el
coordinador del grupo de avistamiento Chagra integrado en la
Sociedad Española de Ornitología en Ceuta. Como no podía ser
de otra forma en el Estrecho, el avistamiento de las aves
planeadoras está condicionado por el viento. El Levante
impide verlas y el Poniente convierte los montes ceutíes en
un lugar perfecto para la contemplación aviar. Las
planeadoras se ven arrastradas en los días de Levante a
territorios marroquíes en zonas próximas a Tánger.
En Ceuta hay dos Zonas de Espacial Protección para las Aves
(ZEPA) situadas en los acantilados del Monte Hacho y en el
conjunto de Calamocarro y Benzú precisamente por ser puntos
de relevancia para el paso migratorio. En la página web del
grupo de la SEO en Ceuta se puede conocer los mejores puntos
de observación de aves en Ceuta, tanto de las planeadoras
como de las marinas. “Los mejores lugares para ver a las
planeadoras que pasan por estas fechas son el monte del
Renegado y la línea de fuertes medievales” detalló
Navarrete.
Una migración menos conocida que la línea Norte-Sur en la
búsqueda de inviernos menos fríos, es la que realizan de
Este a Oeste las aves marinas y donde Ceuta tiene también un
papel destacado. Las aves pasan del Mediterráneo al
Atlántico por el cuello de botella que forma el Estrecho de
Gibraltar y muchas de ellas rodean el Monte Hacho. Los
observatorios de la playa del Desnarigado y de Punta Almina
son particularmente interesantes en este trayecto. Algunas
de estas especies viven alejadas de la costa durante buena
parte del año y otras presentan una relevancia extraodinaria
al estar en peligro de extinción a nivel global como la
pardela ibicenca, el fumarel común y la pardela cenicienta,
que puede verse a finales de octubre.
Observatorio de Punta Blanca
La SEO tiene un observatorio de aves marinas y una estación
de anillamiento situado en Punta Blanca, en la costa de
Benzú. El grupo quiere extender el conocimiento de la
riqueza de la avifauna local y para ello pretende que se
realicen visitas escolares a la estación: “El problema es
que durante la semana tenemos nuestros trabajos y no
podríamos atender a los escolares, y es complicado organizar
algo así en horario extraescolar”.
El observatorio además presenta una serie de dificultades en
su acceso que aconsejan que no sea utilizado por niños de
poca edad. El ascenso a la caseta se realiza mediante una
escalera de madera que no tiene barandilla por lo que “puede
resultar peligroso y hace inviable que ningún colegio pueda
venir aquí”. Además necesita de algún que otro arreglo, como
una zona de sombrajos que cayó “en el primer Levante que
hubo”. La Consejería de Medio Ambiente encargó a la empresa
Procesa la realización de las obras para finales de este mes
o principios de septiembre pero por lo menos hasta este
pasado viernes todavía no se había hecho ningún arreglo en
el observatorio.
Otro de los proyectos que tiene el grupo local de la SEO
para la divulgación del conocimiento de las aves, tanto de
las migratorias como las que nidifican aquí, es la
publicación de un libro. Para ello han solicitado
financiación a la Consejería de Medio Ambiente. El libro
estaría enfocado al público general, y la intención es que
sea muy gráfico y agradable de leer, con fotografías
obtenidas en Ceuta.
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