Ayer terminó el campo de trabajo medioambiental organizado
por la Casa de la Juventud. Estoscinco años los campos se
han centrado en el recuento de una lapa autóctona y la
erradicación de la especie vegetal exógena conocida como Uña
de Gato. Se ha conseguido eliminar el 80 por ciento de la
población de la planta.
La Consejería de la Juventud lleva organizando durante estos
últimos cinco años un campo de trabajo medioambiental cuyas
labores están definidas por la empresa Obimasa adscrita a la
Consejería de Medio Ambiente. Las labores se han centrado en
el recuento de la Patella ferrugínea, una especie de lapa
cuya población es particularmente relevante en el litoral
mediterráneo nortearicano, y de la erradicación del Carpo
Brotus, conocida también como Uña de Gato.
“Así, grosso modo, se puede decir que hemos eliminado
durante estos cinco años un 80 por ciento de la población de
la planta” afirmó el técnico medioambiental de Obimasa,
Francisco Javier Martínez Medina. Los trabajos se han
realizado en los acantilados del monte Hacho en la zona
prózima a la playa del Desnarigado. La Uña de Gato es una
planta foránea que se adapta bien a las condiciones
climatológicas ceutíes que presenta un comportamiento
particular tapizando completamente el suelo y entrando en
conflicto con la planta Limonium emarginatum, conocida
vulgarmente como siempreviva del Estrecho.
Esta planta perenne es la razón principal por la que los
acantilados del monte Hacho están considerados como zona LIC
(Lugar de Interés Comunitario) y son protegidos por su
interés medioambiental. El resto de la población de Uña de
Gato se encuentran en zonas inaccesibles y deberán
eliminarse “mediante técnicas de trabajo vertical”.
En cuanto a la Patella ferrugínea todavía no se han
analizado los resultados obtenidos y se concluirán siguiendo
datos como “la longitud, la cantidad y el tipo de organismo
que viven en su concha estableciendo relaciones simbiontes o
parasitarias con la lapa y viendo el número de reproductores
que va sustituyendo a los organismos más viejos”.
Los voluntarios han realizado labores de acondicionamiento
del litoral y de los senderos que rodean la zona del
Desnarigado cuando el Levante no ha permitido las labores en
la costa.
Con este año los campos de trabajo medioambiental terminan
en estas parcelas. “Si la Consejería de la Juventud quiere
el próximo año hacer otro campo centrado en este ámbito ya
lo enfocaríamos en otros tipos de áreas diferentes a la de
estos últimos cinco años” indicó Medina.
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