En una encuesta realizada sobre el
Código Penal, curiosamente son los jóvenes los que piden más
mano dura, incluso ocho de cada diez encuestados apoyan la
cadena perpetua con revisión judicial. Esto es, cada cierto
tiempo el reo tendría ocasión de convencer a un juez que
merece la libertad, y sólo se aplicaría en los delitos
graves.
Este sondeo realizado por Sigma Dos para “EL MUNDO” refleja
un abrumador descontento con el vigente Código Penal, al que
parecen considerar excesivamente benévolo y son los jóvenes
entre 18 y 29 años lo que con más intensidad lo muestran.
Que sea la juventud la que abrumadoramente muestra ese
descontento con el actual Código Penal, hay que tenerlo muy
en cuenta ya que, son ellos, nuestra juventud, los que
deberán gobernar un mañana no muy lejano. A la juventud, no
lo olvide nadie, hay que escucharla y, en muchos casos,
apoyar sus reivindicaciones porque son el termómetro que
marca la marcha de una sociedad. Reflexionemos todos, pero
no echemos en saco roto sus indicaciones. Olvidarnos de la
juventud, de sus pensamientos y de sus ideas, sería un grave
error.
Desde siempre y ante la creencia de la posible reinserción
de los penados, se ha venido luchando por abolir la pena de
muerte y la cadena perpetua. Pero la vida ha avanzado de tal
forma, que lo que ayer parecía lo más justo hoy, por las
circunstancias y los cambios experimentados en la propia
vida ha quedado desfasado y obsoleto, por lo que hay que
buscar fórmulas nuevas, más acordes con el tiempo que nos ha
tocado vivir.
Los que ayer con dieciocho años, esa juventud perdida,
seguían siendo niños hoy, por lo contrario con dieciséis son
hombre de cuerpo entero. Por supuesto que la educación
recibida, en aquella época, era muy diferente a la actual.
No quiero decir que fuese mejor o peor, simplemente que son
muy diferentes. Por eso todo hay que adaptarlo a los tiempos
en los que vivimos. Seguir encerrado en el pasado, sin haber
avanzado, aunque sea en el Código Penal, es uno de los más
grandes errores que podemos cometer.
No hace falta llegar a la cadena perpetua simplemente con
que los asesinos sin escrúpulos, esos que matan por matar,
cumplan integra sus condenas es más que suficiente. Me
explico
Un asesino sin escrúpulos, mata a seis personas por medio de
un atentado. Le juzgamos no por todos esos seis muertos,
sino por la muerte de cada uno de ellos. Es decir, si por
cada asesinado le corresponde una pena, supongamos de
treinta años. Una vez que cumpla esos primeros treinta años,
deberá cumplir los treinta por el segundo y así,
sucesivamente, hasta pagar treinta años por cada uno de los
asesinados. Con lo cual no haría falta cadena perpetua
alguna, sino que debería cumplir ciento ochenta años de
cárcel.
Lo que no es comprensible, quizás porque mí intelecto no dé
más de sí, que un señor que ha cometido veinticinco
asesinatos, no llegue a cumplir ni un año por cada uno de
los asesinados.
La juventud insiste, hay que revisar el Código Penal y
endurecer las penas. Cuidado con la juventud.
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