Pasadas las once y media de la noche del pasado miércoles 27
de agosto los servicios del 061 recibían una llamada de
emergencia en la que se les alertaba de que un joven se
había precipitado desde una altura de ocho metros, desde la
zona conocida como Boca del León en Melilla la Vieja, hasta
las escolleras del puerto comercial. El impacto contra las
piedras lo dejó prácticamente inmovilizado. Hasta el lugar
se personaron dos ambulancias, así como efectivos de la
Guardia Civil, Policía Nacional y Local.
El difícil acceso del lugar en el que cayó y la falta de
visibilidad, complicó las labores de rescate, que se
prolongaron por espacio de unos cuarenta minutos.
Rápidamente y con la camilla con la que fue izado desde el
lugar en el que quedó herido, el joven fue conducido de
urgencia al Hospital Comarcal donde permanece ingresado tras
comprobarse que presentaba traumatismo craneoencefálico y
varias fracturas, en especial en las piernas. El joven
accidentado permanecía ayer "consciente, estable y en
observación".
pesquisas policiales apuntaban a que el joven en cuestión
pretendía acceder al puerto para poder camuflarse y viajar
como polizón en alguno de los buques de carga que marchan a
la Península. De hecho en la zona conocida como la Boca del
León se localizaron a otros dos menores más, que permanecían
ocultos.
Críticas
Desde la ONG Prodein (Pro Derechos de la Infancia), se
responsabiliza tanto a la Ciudad Autónoma como a la
Delegación del Gobierno de lo ocurrido, porque mantiene que
los intentos de los menores extranjeros por salir de
Melilla, sea como sea, recurriendo incluso a viajar como
polizones, responde a la "situación de maltrato físico e
institucional que se vive en el centro de menores de la
Purísima desde hace meses". "Venimos denunciando también la
asquerosa política de abandono de los menores al cumplir la
mayoría de edad, política compartida por la Consejería de
Bienestar Social (PP) y la Delegación del Gobierno en
Melilla (PSOE) en su lucha contra lo que llaman inmigración
de menores", afirma.
El adolescente accidentado responde al nombre de Zacarías y
según los datos en poder de la Consejería de Bienestar
Social, había permanecido acogido en el Fuerte de la
Purísima entre los días 19 al 22 de agosto. "Cuando lo
ingresamos en el centro nos dijo que tenía 17 años y que era
natural de Fez. El día 22, que lo llevábamos a realizarle la
prueba forense para determinar su edad, decidió abandonar el
Fuerte de forma voluntaria. Es decir, que sólo estuvo
acogido tres días", explicó la consejera Mª Antonia Garbín.
La consejera afirma que "poco favor hace a los menores" el
presidente de Prodein, José Palazón, cuando busca desmentir
a las autoridades asegurando que continúan los intentos de
menores extranjeros de salir como polizones, porque tanto
estas como otras manifestaciones de Palazón "pueden estar
incentivando este tipo de actos (polizones) que van contra
la ley".
Garbín sostiene sus palabras en el hecho de que un día
después de que Palazón saliera en prensa asegurando que eran
continuos los intentos de estos menores por montar como
polizones y que tres lo habían conseguido el domingo, se
produjera en el Fuerte de Purísima un "inusual movimiento de
bajas voluntarias de entre 18 y 25 menores". "Por eso
podemos pensar que las palabras de Palazón pueden incentivar
estas arriesgadas maniobras de los menores que intentan, aún
poniendo sus vidas en peligro, acceder al puerto para
intentar subir a un barco sin que nadie les vea y así llegar
a la Península. Me parece de muy poca responsabilidad la
actitud de Prodein", concluyó.
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