Los hechos tuvieron lugar ayer a las 8,15 horas, cuando un
Renault 21 de matrícula marroquí conducido por el detenido
se disponía a acceder a Melilla por la frontera de Beni-Enzar.
Aunque los agentes de la Guardia Civil no observaron ninguna
anomalía en una primera inspección ocular, posteriormente
apreciaron “cierta irregularidad” que les hizo levantar
sospechas, por lo que fue sometido a un exhaustivo registro
que obligó incluso a desmontar los asientos traseros. Fue
entonces cuando los guardias detectaron una manipulación del
depósito de combustible para practicar un doble fondo, donde
encontraron en su interior a un inmigrante en posición fetal
“completamente aprisionado”, por lo que tuvieron que
auxiliarlo para que pudiera salir al exterior. Más tarde,
una vez trasladado el vehículo a las dependencias de la
Comandancia de la Guardia Civil para someterlo a una
inspección policial, los agentes escucharon voces
procedentes del salpicadero que, en español, gritaban
repetidamente “por favor, por favor”, por lo que procedieron
a romper inmediatamente esa zona para extraer al segundo .
inmigrante, que estaba “en estado lamentable”.
Ambos inmigrantes fueron trasladados al Hospital Comarcal,
ya que presentaban síntomas de entumecimiento en las
piernas, dolor, sudoración y respiración agitada, dadas las
reducidas dimensiones de los habitáculos donde estaban
escondidos y la falta de aire, ya que estaban cerrados
herméticamente.
A uno de ellos se le ha diagnosticado “dolor en el muslo
derecho” y al otro “lumbalgia”, ambos con carácter leve,
salvo complicaciones.
Los inmigrantes, ambos varones jóvenes que dicen proceder de
Costa de Marfil y Burkina Fasso, ya han sido dados de alta y
serán puestos a disposición del Cuerpo Nacional de Policía
para que les aplique la legislación vigente en materia de
extranjería.
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