Quienes me conocen saben de sobra
que no soy nada partidario de los sindicatos y mucho menos
de los sindicatos de clase. Esa es mi situación sobre el
tema sindical, pero ello no es óbice para que tenga un
profundo respeto sobre ellos, cuando se hacen respetar, o
que tenga buenos amigos en cualquiera de dichos sindicatos.
Al hablar de UGT, tanto antes, cuando el vivía, como ahora
que ha fallecido recientemente, tengo que hacer una mención
especial de José María Rodríguez Portillo. Él era un
profesional de la enseñanza, de los pies a la cabeza. Él era
un sindicalista honrado a carta cabal. Él no se sirvió para
nada del sindicato y sin embargo le dedicó muchas horas. Y
él era amigo mío, pero amigo de verdad.
Por eso, ahora tengo que recordar al buen sindicalista de
UGT, cuando veo que el secretario general de la Unión
General de Trabajadores va a venir a Ceuta.
Es una buena noticia que los líderes de los grandes
partidos, o de las grandes centrales sindicales, se acerquen
a Ceuta para que, a través de sus correligionarios, conozcan
de cerca lo que es, lo que puede ser y lo que necesita
nuestra ciudad.
La visita de Cándido Méndez será para celebrar el 125º
aniversario de esta central sindical, aquí.
Además, en esa visita, UGT va a reconocer la fidelidad de
sus afiliados con más de 25 años en la organización, a los
que se les impondrá una insignia de oro.
Buena medida, gran detalle para muchos de esos sindicalistas
que han permanecido fieles a unas siglas, en tiempos de
bonanza y en etapas más complicadas.
Ahora, pues, tras el final de las vacaciones se harán todos
los preparativos para que el día 3 de octubre pueda visitar
Ceuta el señor Méndez.
He dicho que es bueno y razonable que un destacado líder
llegue a Ceuta y aquí tiene un valor más alto, aun, cuando
para poder hacer este viaje a nuestra ciudad tendrá que
esquivar algún otro compromiso de tipo nacional o
internacional.
Los afiliados, especialmente los afiliados de hace muchos
años, de UGT tendrán el reconocimiento por su fidelidad, a
lo largo de las últimas décadas.
Cándido Méndez, igual que nuestro añorado Rodríguez
Portillo, no es un político, es un sindicalista, aunque en
la década de los 80, del siglo pasado, fue diputado por el
PSOE y también perteneció al Parlamento de Andalucía.
Cándido Méndez se afilió a UGT hace casi 40 años, cuando
todavía existía el régimen de Franco, y con las dificultades
que entrañaba, precisamente entonces, entrar en esas
aventuras.
Se afilió a UGT en 1970, en el año 1986, ya con el PSOE en
el poder, fue elegido secretario general de UGT en Andalucía
y en 1994 fue elegido Secretario General de la Unión General
de Trabajadores.
Su valía, a lo largo de todos estos años, la ha demostrado,
estemos o no de acuerdo con esta corriente, y en el 10º
Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), en
el año 2003, fue elegido presidente de esta organización.
Lo que sí deseamos es que el líder de UGT se lleve la imagen
real de lo que es y puede ser Ceuta, y que no aparezca nadie
que, por rivalidad de siglas, “vuelva a meter la pata” como
la metió en la visita oficial de Rodríguez Zapatero a Ceuta,
siendo ya presidente del Gobierno de España.
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