Después de militar ocho campañas en el Ceutí, las que suma
el equipo blanquinegro en categoría nacional, Ramón García
no jugará la próxima temporada en el equipo caballa. El
pivote explica que “debido a los problemas que todo el mundo
conoce he tomado la decisión de no comprometerme con el club
de mi vida para no causarle un perjuicio ni a la entidad ni
a mí mismo”. El jugador subraya que “es totalmente
incompatible las pruebas físicas de la oposición con la
pretemporada, además con el Ramadán a la vuelta de la
esquina”. “La decisión es meditada y pensada porque está en
juego mi futuro laboral”, añade.
Su idea era seguir ligado al Ceutí una campaña más, porque
entraba de lleno en los planes de Rafael Almagro ‘Ali’, pero
las circunstancias mandan. “Llevo cuatro años preparando
estas oposiciones, he sufrido muchas lesiones y no he podido
disfrutar de la familia como hubiera deseado. Es el
principal apoyo que tengo en estos momentos”.
Las puertas abiertas
Ramón asegura que “no se sabe cuándo serán las oposiciones”
porque existe una investigación policial, pero incide en que
“yo no me puedo comprometer con el equipo”, aunque queda una
puerta abierta para jugar incluso en el transcurso de la
campaña. “A mí el Ceutí no me ha cerrado las puertas en
ningún momento y las conversaciones que tuve tanto con
Guillermo Vivas como con los compañeros están encaminadas a
volver a jugar cuando todo esto termine. Si apruebo jugaría
en unas condiciones especiales y si suspendo habrá que
volver a negociar... Mi cabeza en estos momentos está al
cien por cien en la oposición”.
A pesar de que Vendrell y Vilar continúan en el Ceutí, al
pivote no le ha gustado todo lo que ha rodeado las
renovaciones de estos dos jugadores. “Conmigo el club se ha
portado bien, mi postura estaba clara y ellos lo
entendieron. En cambio, con Jorge, que ha sido un pilar
básico en este equipo, y con Pablo las cosas se podían haber
hecho de otra forma. No me ha gustado que salieran las
conversaciones privadas de los jugadores con el club ni las
presiones para que firmaran de cualquier manera. Tanto Jorge
como Pablo lo han dado todo por este club y el
comportamiento del club tenía que haber sido otro”.
Preguntado por la plantilla confeccionada y el papel que
pueden jugar los blanquinegros la próxima temporada,
responde que “el equipo con Ali ha ido a más y después de
acabar quinto la temporada pasada a un punto de tercero,
creo que debe luchar por mejorar este puesto e incluso
pensar en la fase de ascenso”.
Del plantel comenta que “en la posición de pivote Anselmo
tiene mucha experiencia en la categoría y Marcio tengo
entendido que es un gran pivot, aunque también puede jugar
en la primera línea. En la portería se ha retirado un hombre
muy importante como Luis, pero sigue Hugo y tengo muy buenas
referencias de Gallas. En la primera línea Marcos Gámuz es
un jugador de un gran potencial”.
Ramón ha vivido buenos y malos momentos en el Ceutí.
Disfrutó del ascenso a División de Honor ‘B’, pero también
lo pasó mal cuando no entraba en los planes de Julio Latas.
Pero el madrileño se queda con un hecho que va más allá de
lo estrictamente deportivo. “Cuando mi mujer estuvo en el
hospital el club se portó muy bien conmigo al permitirme
estar con ella todo el tiempo que necesitara. El momento más
especial se produjo cuando volví a jugar y el público se
puso de pie para darme una ovación, que se repitió al ser
sustituido, al marcar un gol...”. A sus 31 años cree que le
queda balonmano porque “tanto los pivotes como los porteros
aguantamos más. En mi puesto es muy importante la
experiencia para ayudar a los compañeros, buscar los huecos,
ganas ritmo de competición con los años. No necesitas tanto
la velocidad y la explosividad de otros puestos. Para jugar
de pivote soy aún joven”, apunta entre risas.
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