Volverán las oscuras golondrinas a
sus nidos a anidar, pero los pisos de cuatro millones esos
no vuelven más”. A los que no les pasará como a los pisos de
cuatro millones, serán a todos los que se han ido de
vacaciones y tienen a obligación de volver. Es ley de vida
y, por supuesto, de currelo.
Y es, precisamente, a la vuelta de esas vacaciones, después
de haber disfrutado de la playa, el sol, de la barra fija
del chiringuito y demás cosillas, cuando empezarán los
problemas de cada uno de nosotros. La culpa, de todos esos
problemas que se nos avecinan, la van a tener nuestros
bancos amigos a los que, por supuesto, habrá que pagar el
crédito solicitado para irnos de vacaciones.
Y como si todo eso del crédito vacacional, no fuese
suficiente, empieza el colegio de los niños y, cómo no, con
ese inicio hay que comprar los correspondientes libros y
alguna que otra ropa, zapatos incluidos.
No sabemos por que, en esa época del año, cuando empieza el
colegio, el niño ha dado un estirón, todo le queda chico,
además, le han crecido los píes y hay que comprarle un
número más. Y por si esto fuese poco, los libros no valen
para el hermano pequeño. Hay siglos que no está uno paran
nada.
Menos mal que, antes de venirnos para casa, hemos comprado
el correspondiente décimo de lotería de Navidad. Ya lo dijo
aquel: al que madruga, Dios le ayuda. Y madrugar, lo que se
dice madrugar, es comprar lotería de Navidad en el mes de
Agosto.
Y que conste, que no la compramos porque necesitemos el
dinero es, simple y llanamente, porque ya que hemos estado
de vacaciones en aquel lugar, vaya a caer el “gordo” por
allí y nosotros no hayamos comprado lotería, habiendo pasado
por la puerta de la administración todos los días.
Sólo es por eso, no se vayan a creer que es por necesidad,
cuando a los españoles si hay algo que nos sobra es el
dinero ¿quién dijo que hay crisis, existiendo la primitiva,
los ciegos, la lotería de los jueves, la del domingo, el
euro millón, las quinielas que empiezan ya mismo, las
carreras de caballo y las loterías locales?.
El que dice que hay crisis, no tiene ni idea de lo que dice.
Y es por eso por lo que, los españoles de España, jugamos
cada día más a los juegos de azar a ver si, de una vez por
todas, nos da un respiro en nuestra pobre economía.
En fin, queridos míos, que volvemos de nuestras vacaciones,
nos encontramos con el colegio de los niños y que estamos
más seco que mojama ¿qué hacer?. Fácil, volver a nuestro
banco amigo y ampliar el préstamo solicitado por las
vacaciones, para poder hacerle frente a los gastos que se
nos presentan.
Total, es lo mismo que el pasado año, todo se repite,
estaremos un año pagando nuestro crédito que, por supuesto,
ha aumentado en la cuota a pagar mensualmente. Nada,
tranquilos, todo consiste en apretarse el cinturón. O sea en
hacerse par de boquetes más en la correa o cambiar el
cinturón por los tirantes, que se quiera o no, esta media
nos dará un poco más de respiro, sin necesidad de ir
paseando con la lengua fuera, para que todos se enteren de
que hemos tenido que ampliar el préstamo.
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