El sindicato UFP denunció ayer que los puestos fronterizos
entre Melilla y Marruecos están siendo escenario últimamente
de altercados públicos diarios, debido a la insuficiencia de
agentes policiales destinados al control y la vigilancia en
la frontera. Esta organización sindical alertó de que todos
los días se producen lanzamientos de botellas.
El sindicato denunció ayer que los tres principales puestos fronterizos
entre Melilla y Marruecos han sido escenario de altercados
públicos en los últimos días debido a la insuficiencia de
agentes policiales destinados a la vigilancia y control del
paso de personas y vehículos. En un comunicado de prensa, el
secretario general de UFP en Melilla, Cristóbal Olivella,
denunció ayer que los lanzamientos de piedras y botellas de
cristal en la frontera desde la parte marroquí hacia la
española son constantes y se repiten casi a diario, lo que
ha provocado daños en vehículos y heridos en ciudadanos y
policías.
Además, aseguró que hace varios días, un policía sufrió la
mordedura de un perro rabioso que había sido introducido
“por unos crueles y desalmados” en los tornos de entrada de
peatones de Marruecos a Melilla, “sin que la policía
marroquí tratara de evitarlo”, lo que produjo “una grave
alteración en las personas que gritaban y corrían huyendo
del perro por miedo a ser mordidos”. Ante esta situación, el
responsable de UFP informó de que varios policías destinados
en el grupo operativo de fronteras han tenido que coger la
baja médica debido a las “agresiones y el deterioro físico
producido por el exceso de trabajo”. Por esta razón,
Olivella desmintió que el grupo de fronteras haya aumentado
hasta los cien efectivos, tal y como declaró el pasado
jueves el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, ya que la
vigilancia de los puestos fronterizos durante el día es de
unos cinco policías y un oficial.
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