Elena Laverón recoge hoy con todos los honores, en el Salón
del Trono del Palacio Autonómico y de manos del presidente
de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas, el Premio de las
Artes y la Cultura 2008, un galardón del que se sabe
ganadora desde hace meses, “pero tenía muchos compromisos y
ya estoy un poco mayor para coger tantos aviones y barcos”,
ha manifestado esta escultora de éxito internacional.
Juan Vivas hará entrega hoy a Elena Laverón de uno de los
galardones más importantes que concede la Ciudad Autónoma
anualmente, el Premio de las Artes y la Cultura, un galardón
que fue fallado hace meses, pero que la escultora no ha
podido recoger antes debido a sus compromisos. “Habíamos
quedado en que después de la Feria de Agosto se me haría
entrega del galardón”, explica la escultora.
Laverón, que ha vivido en lugares tan dispares como el rif
marroquí o Alemania, afirma que “Ceuta supone todavía mucho
para mí”.
“Yo siempre digo que nací en Ceuta por elección, porque mi
madre estaba en Ketama y decidió darme a luz en Ceuta”, ha
explicado la titular del Premio de las Artes y la Cultura,
quien “todavía hoy añoro mi ciudad natal, porque allí pasé
buenos momentos de mi juventud”, recuerda.
“Pinté mucho en Ceuta en mis primeros años”, evoca Laverón,
que opina que la ciudad autónoma debería tratar de ser más
influyente en el arte dándose a conocer más.
La creadora del Monumento a la convivencia que preside sin
su beneplácito en Puertas del Campo –se instaló inicialmente
en la plaza de los Reyes– comenzó alternando la escultura
con la pintura, pero acabó decantándose por la primera
disciplina artística “y la pintura se ha quedado como un
hobby, porque me encanta pintar cuando estoy harta de la
escultura”, reconoce.
Entre sus motivos de inspiración cita de todo, ya que lo que
busca es “hacer una escultura con un tema, desarrollar unos
volúmenes y una composición que tengo en mente y a veces lo
simplifico y otras lo complico”.
Laverón se congratula de que hoy en día la escultura esté
ganando importancia en las calles. “La escultura antes era
considerada la pariente pobre del artes”, recuerda la
artista ceutí, para quien esa disciplina artística “se hace
para exteriores, donde la luz puede jugar con ellas”.
“Estoy encantada de que me den un premio tan importante”,
concluye Laverón.
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