No hay deporte más gratificante
que criticar a los políticos. Es un deporte generalizado en
toda España, que si lo hubiésemos llevado a las Olimpiadas,
medalla de oro, plata y bronce con toda seguridad. Que
levante la mano, aquel que no haya criticado nunca a un
político. No corran, sólo he pedido que levanten la mano.
¡Como está el patio, colega!.
Uno piensa, ¡que barbaridad llevo dos días pensando,
demasiado para mi cuerpo serrano!. Pues como les decía, uno
piensa que no todo lo que hacen está mal hecho algunas
veces, no muchas, hasta aciertan y todo. Pues de nada les
vale, éste es un país de criticones y nadie se libra de las
criticas, y mucho menos los políticos.
No nos queremos dar cuenta de que la vida de todos los que
se dedican a la política, está centrada en conseguirnos una
vida mejor, sacrificando, por ello, todo lo que haya que
sacrificar. A veces, aunque algunos no lo quieran creer, ni
duermen pensando en la forma de mejorar nuestro nivel de
vida.
Naturalmente, como todo en la vida, hay ovejas negras que
por sus actuaciones, son los que dan lugar a las críticas
del personal a los políticos. Ahí tienen el caso del alcalde
de La Nava, un pueblecito de 300 habitantes.
Resulta que el concejal de Urbanismo ha visto cómo se
incrementaba su sueldo en un 30%. Menos mal que no hay
crisis. A partir de ahora el señor Ruz, que es como se llama
el concejal, cobrará 30.000 euros anuales, lo que equivale a
100 euros por vecino. No hay que ser un gran matemático que
si su caso, con el aumento de ese 30% lo trasladamos a un
concejal de Madrid, Barcelona o Valencia, estos pasarían a
engrosar la lista de las mayores fortunas de Europa.
Lo mejor de todo esto es que, el alcalde de La Nava ha
firmado el subidón del sueldo justificándolo por el interés
general de la medida. Y uno, en su inocencia, se pregunta
¿qué tiene qué ver el interés general con el pedazo de
salario de un concejal que planifica el urbanismo de un
pueblo, cuyos habitantes cabrían en un bloque de VPO.
Con asuntos como este es comprensible que, todos los
españoles de España, nos dediquemos, día sí y día no, el de
en medio también a criticar a la clase política,
tomándonoslo como el mejor de los deportes a practicar en
cada tertulia. Insisto, menos mal que no hay crisis, que si
la llega a haber esto sería la releches en bicicleta.
De mayor, sin duda alguna, quiero ser concejal de urbanismo
en La Nava. Antes de enterarme del asunto de la subida de
salario de este concejal, seguía soñando con ser bombero.
Aparto de forma rápida de mí mente lo de ser bombero, al
tiempo que me voy a buscar a mí sobrino, matricula de honor
durante toda su carrera de científico y le explico, con
claridad meridiana, que se deje de inventar cosas para
beneficiar a la Humanidad, y que se dedique a estos de la
política, donde tiene más porvenir.
No me hace caso, ni tan siquiera me escucha, estaba
contemplando unos bichitos que había en la pantalla de su
ordenador. Estos sabios locos no se enteran, que la caridad
bien entendida empieza por uno mismo. ¡Ya se acordará algún
día de su tío!.
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