Ayer volvieron a Melilla los nueve niños diabéticos que
partieron el pasado sábado a la localidad gaditana de Arcos
de la Frontera para participar en un campamento de verano
junto a otros jóvenes llegados desde diversos puntos del
país.
En este campamento, de la mano de la Asociación de
Diabéticos de Melilla (Adimel), Sukaina Amar, Ramón Carmona
Nadales, Abdelasis Ayali Bouamara, Maisa Ayali, Karima
Mohamed, Kevin Díaz, Yasmin el Jadi Azirar y Luisa Mohamed
Abderraman, con edades comprendidas entre los 7 y los 14
años, han tenido la oportunidad de convivir con la
naturaleza, además de disfrutar de competiciones deportivas,
gymkhanas e, incluso, la asistencia a una feria artesanal.
De hecho, los excursionistas han aprendido a dar de comer a
los animales, a cuidar plantas, a practicar piragüismo, a
realizar figuras de alfarería y a elaborar quesos.
El campamento en Arcos de la Frontera ha servido para
establecer una convivencia activa entre niños con o sin
diabetes, al objeto de que aquellos que no padecen la
enfermedad se conciencien.
Asimismo, el evento ha sido aprovechado para que los niños
diabéticos aprendan a alimentarse y a autocontrolar su
enfermedad.
En el viaje, los nueve melillenses estuvieron acompañados
por la monitora y secretaria de Adimel, Ana Belén Díaz, y el
médico Andrés Ortega.
La institución que preside Joaquín Rosa celebra por segundo
año consecutivo este viaje que ha despertado el interés en
las familias de los niños diabéticos por cuanto regresan a
Melilla con suficientes conocimientos de cara a la
administración de la insulina y de las precauciones
necesarias para sobrellevar la enfermedad.
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