Dos agentes de la 410 Comandancia de la Guardia Civil con
sede en Ceuta tuvieron que ser trasladados ayer al hospital
del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) después de ser
rociados en la cara con un disolvente por un joven de
nacionalidad marroquí al que interceptaron cuando trataba de
entrar irregularmente en la ciudad autónoma.
Según informó la Agencia EFE citando fuentes de la
Delegación del Gobierno y confirmaron posteriormente a este
periódico desde el Instituto Armado los hechos tuvieron
lugar ayer a mediodía en el puesto de control de la
Benemérita en la frontera cuando los dos agentes dieron el
alto al joven, del que se duda si es o no menor de edad,
como él asegura.
En ese momento el ciudadano marroquí lanzó sobre la cara de
los guardias civiles el disolvente que portaba, producto que
suele ser utilizado para ser inhalado como droga.
Inmediatamente después los dos agentes fueron trasladados al
hospital civil de Ceuta, donde fueron tratados de una
queratitis (inflamación que afecta a las córneas) que no
precisó de su hospitalización.
El joven inmigrante marroquí, que al parecer iba solo, fue
detenido por otros agentes del Instituto Armado en el paso
fronterizo.
El individuo fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia
de la ciudad autónoma acusado de un presunto delito contra
la Autoridad. El juez deberá decidir ahora si se sigue
juicio contra él, si pasa a disposición de la Fiscalía de
Menores (en caso de que efectivamente no haya cumplido aún
los 18 años) o es devuelto directamente a su país.
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